Rafa Nadal está listo. El tenista español cayó en primera ronda en Roland Garros y evidenció que necesitaba más preparación de cara a los Juegos Olímpicos. Bastard, un viejo conocido, es el torneo elegido y que le servirá de preparación. Este martes debutaba en el torneo a título individual para enfrentarse a Leo Borg. Un partido sencillo para el español en el que se ha impuesto por 2-0 y que le ha servido para recuperar sensaciones. El de Manacor necesitaba un chute de confianza, ese que se haría llegar motivado a la cita olímpica, y en Bastard podría conseguirlo.
El tenista español tenía claro que si quería llegar a los Juegos Olímpicos en las mejores condiciones debía renunciar a Wimbledon y mantenerse en tierra batida, que es la pista en la que se disputará la cita olímpica. Por ello buscó un torneo que tanto por la pista como por las condiciones climatológicas pudiera adaptarse a sus necesidades: Bastard. Se trata de una competición en la que se jugó en sus inicios y que esta semana volvía a pisar para preparar su próximo gran reto: los Juegos Olímpicos de París, donde participará de forma individual y en dobles formando pareja con Alcaraz.
El partido comenzaba de cara para el español, con un primer juego en blanco al sueco. En el cuarto juego ha conseguido romperle el servicio a su oponente. Los deberes estaban hecho en el primer set, solo faltaba no perder su servicio y no lo ha hecho. Así ha conseguido cerrarlo con un 6-3, simple, llano y al palo. Sin grandes florituras, pero sin fisuras. Nadal comenzaba serio, como es habitual en él, concentrado y seguro con lo que tenía que hacer para cerrar el partido en dos set o, al menos, intentarlo y el primer paso estaba dado.
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