“No puede ser que 9 de cada 10 dólares de Argentina dependan del clima y no tengamos forma de recuperar el capital invertido cuando hay una sequía como la que pasó el año pasado”, dijo Idígoras a Chacra TV, y señaló que esta inquietud fue tratada en la última reunión del Consejo Agroindustrial Argentino de la que participó “gran parte del equipo económico del Ministerio de Economía, la Secretaría de Bioeconomía, el Presidente del Senasa, autoridades de Cancillería Argentina y los bloques parlamentarios”
El titular de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro Exportador de Cereales agregó que también plantearon un cronograma de desgravación y eliminación de retenciones; y propusieron reactivar la ley de inversión agroindustrial.
“Quiero que el productor pequeño que tiene 50 hectáreas también pueda tener un beneficio”, señaló Idígoras y agregó que “Argentina hace 50 años no tiene una sola ley de agro”, por eso “hemos propuesto empezar a debatir en el Congreso una ley de Seguro Agropecuario y Cambio Climático”.
Soja libre de deforestación: un desafío inminente
En otro orden, Idígoras planteó los desafíos que implica en el corto plazo la nueva reglamentación de soja libre de deforestación, y advirtió que “el que no esté dado de alta en unos meses no va a poder comercializar, distribuir o almacenar granos”
Idígoras, Presidente de CIARA/CEC destacó la importancia de adaptarse rápidamente a los cambios del mercado. Mencionó el ingreso al mercado libre de deforestación de la soja y la carne para este año. Además, resaltó el potencial de los cultivos bioenergéticos y el papel clave que jugarán en el futuro. En tanto que contó que se encuentran por firmar un acuerdo con el INTA con el objetivo de masificar el conocimiento sobre estos cultivos en todo el país.
“Vine a plantear que el desafío ya no es el largo plazo sino que tenemos que hablar al último semestre de este año y en ese sentido se nos viene la primera condición que es la cadena libre de deforestación”, señaló el titular de la entidad y contó que el 100% de los productores se tienen que dar de alta en el sistema Visec y los distribuidores, a través de la comercialización de granos también y “empezar a trabajar como cadena de valor compartiendo información porque si no nos vamos a quedar afuera del mercado europeo y tiene un castigo comercial porque China y el resto del mundo nos va a penalizar por esa condición”.
Idígoras explicó que se encuentran armando un esquema con la industria frigorífica, ya que el desafío a corto plazo se les plantea a la carne vacuna y a la soja libre de deforestación. “Los distribuidores son estratégicos y si lo hacemos bien nos va a posicionar para el resto de los temas: captura de carbono, estándares laborales y temas vinculados con demandas de los consumidores a nivel mundial”, señaló.
“Creo que la realidad económica lleva a que nos inhibamos de poder analizar estos temas”, sin embargo, subrayó: “hoy es una condición de vida o muerte, el que no está dado de alta en unos meses no va a poder comercializar, distribuir ni almacenar granos”.
El titular de CIARA especificó que el próximo grano, tras la soja, que va a ingresar al mercado libre de deforestación es el maíz. “Argentina es un gran productor, siempre estamos entre las 50 y las 55 millones de toneladas por año, tenemos 110 mercados de exportación, más de 36 millones de toneladas por año de saldo promedio de exportación. Por eso es un gran desafío. Y el empezar con soja y con ganado vacuno, le va a permitir al productor ir adaptándose con el trigo, el girasol y luego, los cultivos bioenergéticos”.
Cultivos bionergéticos: otro gran desafío
“Los cultivos bioenergéticos son nuevos. Hasta hace unos años, eran cultivos de cobertura que no tienen ningún tipo de rentabilidad, y hoy son cultivos de cobertura con fines comerciales que cumplen un doble objetivo: darle salud al suelo y que el productor empiece a comercializar un producto que se va a transformar en la bioenergía del futuro”, detalló el titular de CIARA/CEC.
“La camelina nos va a llevar en los aviones de Ezeiza a Europa, a Estados Unidos y a cualquier parte del mundo, va a depender de nosotros si la importamos de Uruguay o de Brasil o la producimos en Argentina y se la vendemos al resto del mundo”, sostuvo Idígoras y añadió que “el desafío como industria aceitera es que seamos productores y exportadores al mundo de un producto de esta naturaleza”.
Asimismo, adelantó que están por firmar un acuerdo con el INTA con el objetivo de que la entidad masifique este conocimiento en todo el país y que sea líder también de esta transformación.