Ozzy Osbourne, la emblemática figura del rock, será incorporado al Salón de la Fama del Rock and Roll como solista al final de este año, sumando así su segunda entrada a la organización. Su primera inclusión fue en 2006, junto a Black Sabbath, la banda que cofundó y con la que se convirtió en pionero del heavy metal.
Esta doble honorabilidad posiciona al músico entre los selectos artistas que han sido inducidos más de una vez, uniéndolo a nombres de leyendas como Eric Clapton, Jimmy Page, y sus ídolos, The Beatles.
“Ahora que ya no soy ese loco alcohólico y drogado, lo único que me alegra es que estoy vivo para ver todo esto”, declaró para la revista Rolling Stone. Agregó que se siente “más que honrado” por esta segunda inducción, ya que, para él, su carrera en solitario ha sido la parte “más importante” de toda su trayectoria musical.
El reconocimiento llega después de que el Príncipe de las Tinieblas se retirara de las presentaciones en vivo, debido a una serie de operaciones de columna tras sufrir una severa caída en 2019. Sin embargo, la idea de ser considerado en las votaciones surgió como una iniciativa de su esposa, Sharon Osbourne, quien criticó al Salón de la Fama del Rock el año pasado por no considerar a su esposo, a pesar de ser elegible desde 2006.
La relación de Osburne con el Salón de la Fama no ha sido la mejor desde que en 1999 intentó que Black Sabbath fuera retirado de los nominados debido a que lo consideraba un “sin sentido”. “He tenido sentimientos encontrados al respecto a lo largo de los años. Pero no sabía que los fans podían votar. Creía que era un comité. Ahora me siento muy honrado”, dijo.
Frente a otros nominados de la talla de Mariah Carey, Cher y Lenny Kravitz, Osbourne mantuvo una perspectiva humilde cuando la revista le preguntó sobre sus expectativas de ganar el mes pasado. “No espero entrar”, replicó.
Osbourne ha disfrutado de una exitosa carrera en solitario, obteniendo ocho álbumes de platino consecutivos a partir de Blizzard of Ozz en 1980, y lanzando canciones icónicas como “Crazy Train”, “Flying High Again”, “Bark at the Moon”, “Shot in the Dark” y “No More Tears”.
“La música ha sido lo mejor que he decidido hacer. Cuando estás escribiendo un álbum, no dices: ‘Esto es tan bueno que algún día entraremos al Salón de la Fama’. Nunca he sido así de egoísta. Pero aún así, hay mucha gente que nunca entró. Me siento muy feliz, pero sigo siendo Ozzy”, resaltó.
Al ser preguntado sobre sobre si asistirá a ceremonia el músico no dudó en responder que lo haría. Sin embargo, cuando se trata de dar un discurso, reveló cierto nerviosismo: “No se me dan bien, no me gustan” dijo entre risas. Pero aseguró: “Lo intentaré. Solo puedo intentarlo.”
Además, no descartó la posibilidad de actuar durante la ceremonia, dependiendo de cómo se sienta en ese momento. “Si puedo. Mi mujer lo está organizando”, dijo, evidenciando la influencia y el apoyo de Sharon. También fue confrontado por qué Black Sabbath no actuó en 2006, pero él admitió que se olvidó por completo.
“Ahora no me acuerdo. De hecho, olvidé que estábamos dentro. Pero la cuestión es que no recuerdo la mayor parte de mi pasado. Es como una maldita neblina. No estoy orgulloso de ello”, confesó.
Osbourne concluyó la entrevista admitiendo que tras décadas de éxito musical, aún no sabe como recibir este tipo de noticias. “Soy solo un tipo que escribió canciones de rock y tuvo éxito en eso”.