Isabel Pantoja ha revolucionado a sus millones de fans al anunciar, en sus redes sociales, la preventa de su nuevo disco. Un homenaje a sus 50 años de carrera que promete enamorar desde sus fans acérrimos hasta los más mitómanos de todo el mundo. Después de una semana en la que ha sido noticia por haberse dejado ver fuera de las paredes de Cantora y en una compañía distinta a la de su hermano Agustín, la artista sevillana ha vuelto a encontrar ‘la réplica’ en una vieja conocida.
Pepi Valladares ha pasado por el plató de ‘Y ahora Sonsoles’ donde no sólo se ha pronunciado sobre la amistad de quien fuera su jefa con Mariló de la Rubia. “Para mí es otra damnificada”, ha dicho de la nueva amiga de la Pantoja. Quien fuese mano derecha de la intérprete de ‘Marinero de luces’ ha explicado que Mariló es una persona educada, pero ha dado la puntilla al admitir que, según lo que ha vivido, los encuentros entre Isabel y Mariló siempre han sido “de fan”: “Ahora ya no es fan, es algo más, pero como ella he visto a mucha gente”.
Valladares ha indicado que le ha llamado la atención la ausencia de Agustín en estos momentos en los que parece ser que Mariló se ha convertido en alguien inseparable, aludiendo que el hermano de la tonadillera “no aprueba” las amistades que la hacen sonreír. “Ella me llegó a decir ‘no quieren verme feliz'”, ha dicho de manera tajante. Según ha explicado Pepi cuando la cantante ha tenido una relación más estrecha con alguien ajeno a los Pantoja, su ‘modus operandi’ es desaparecer: “Cuando se enamora se aleja de su familia”.
Lo que Pepi también ha dejado claro en el programa que presenta Sonsoles Ónega es que el gesto de Isabel Pantoja de ir agarrada del brazo de Mariló es ‘marca de la casa’: “Siempre se apoya del brazo de la otra persona porque le debe dar seguridad”. Así lo ha confirmado poniendo sobre la mesa su propia experiencia durante los años que trabajó para ella: “Cuando salía del camerino y la acompañaba hasta el escenario yo iba con ella de la mano”.