El voleibol peruano ha emprendido una nueva etapa bajo la mirada del profesor Antonio Rizola, quien ya se puso manos a la obra con objetivos muy ambiciosos. El nuevo seleccionador nacional quiere recuperar la esencia triunfal que la ‘bicolor’ gozó por muchos años -siendo uno de los mejores del continente- y por ello dio a conocer su plan estricto que tiene con la Federación Peruana de Vóley (FPV).
En una entrevista con ‘KNK News’, el experimentado estratega reveló las verdaderas razones que le motivaron a asumir el difícil desafío con el combinado ‘blanquirrojo’, que actualmente pasa por una crisis a nivel de resultado, llegando a ser el último del Sudamericano 2023.
“Vine al Perú porque es un país referencia en el voleibol en Sudamérica. Perú es primero en pasión por delante de Brasil. En Brasil se acostumbró a gustar del voleibol por las condiciones de inversión. Con mucha plata, se ha podido trabajar y seguir. En cambio en Perú, sin plata y sin posibilidad de hacer grandes equipos, tiene una pasión por delante del fútbol. En el fútbol existe mucha publicidad; en el vóley mucho corazón. Por eso, para mí es un placer trabajar aquí”, apuntó.
“De corazón les digo que quiero estar mucho tiempo. He tenido varios amigos que pasaron por aquí poco tiempo y todos quisieron quedarse más. Pero ya llegó el momento de que uno se quede más tiempo”, agregó.
El plan de Rizola
Antonio Rizola busca que la selección peruana vuelva a ser una potencia en el deporte de la net alta. Y para ello, según asegura el propio DT, es necesario recuperar algo tan importante como la pasión, que se ha perdido tras los malos resultados. En ese sentido, viene trabajando desde la base con las categorías formativas de la ‘bicolor’, pensando en el futuro.
“El plan es rescatar la pasión, el placer de ver un partido de voleibol y el placer de ver a Perú ganando. No es fácil mantener esa pasión con un equipo que está perdiendo. No piensen que porque tengo un currículum alto, con más de 40 años de experiencia, voy a llegar aquí y hacer el cambio a todo. Olvídenlo, porque no será así”, dijo.
“Estamos trabajando como locos en la Videna con niñas de 17 años. Quise trabajar con ellas. Mi contrato es solo para la selección adulta, pero si quiero quedarme mucho tiempo, tengo que trabajar también con los jóvenes, que van estar conmigo de aquí a muchos años en la mayores”, añadió.
En el Centro de Alto Rendimiento del Voleibol de Lima (CEAR) se está viviendo un proceso de selección para el equipo femenino sub 17 de cara a los desafíos que se aproximan. Al respecto, Rizola negó que se hagan favores para que algunas niñas puedan integrar el grupo, donde -garantiza- están las mejores.
“Pueden hablar lo que quieran, pero son sus actitudes lo que va a demostrar si quieren estar en la selección. Y van a tener que hacer sacrificio en los estudios, con los novios, con la familia… La selección es sagrada, no es un juego. Es un espacio que no es para todo, solo para los especiales. No voy a llamar a una jugadora por recomendación de un amigo. No hay negociaciones, no me vendo. No voy a hacer favores”, mencionó con firmeza.
La fuerte preparación al Mundial Sub 17
No falta mucho tiempo para que se dispute el Mundial Sub 17. Perú, anfitrión del torneo, quiere estar a la altura de sus competidores y para ello se está preparando arduamente. De hecho, días antes de iniciar el campeonato, la ‘bicolor’ tendrá la oportunidad de jugar unos amistosos con el fin de que sean fructíferos.
“En el campeonato mundial partimos como decimoquintos de 16 países. Solo estamos por delante de Ecuador. En nuestro grupo tenemos a Brasil, Dominicana y Canadá. No me gustó caer con Brasil, porque ya lo enfrentamos en Sudamericano, quería jugar con otros equipos asiáticos y de Europa. Por eso, hemos invitado a Japón, Italia, Egipto y Dominicana una semana antes. Tenemos que jugar contra los fuertes para aprender con ellos cómo se juega y qué tan distante estamos”, anunció Rizola.