Las fuertes críticas que ha recibido el Gobierno nacional por cuenta de los escándalos que incluyen corrupción, violación de topes de campaña y hasta la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, han hecho que el presidente Gustavo Petro se prepare para llevar a cabo reuniones críticas con sus ministros y altos funcionarios para abordar una serie de eventos turbulentos que han sacudido la imagen del Gobierno colombiano.
Y es que durante una intensa semana en la que el equipo de Gobierno visitó diez ciudades, se desataron noticias que han puesto en juego la credibilidad de su administración. Entre ellas, se encuentra la radicación de la ponencia de imputación de cargos por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre presuntas irregularidades en el financiamiento de la campaña presidencial de Petro, que podría superar los límites establecidos por más de 5.400 millones de pesos.
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En medio de estos desafíos, el Gobierno se esfuerza por avanzar con las controvertidas reformas en el Congreso, aun cuando enfrenta escándalos de supuesta corrupción, especialmente en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), que han afectado directamente a los dos presidentes de las cámaras alta y baja, Iván Name y Andrés Calle.
– crédito Ernesto Guzmán/EFE
(Ernesto Guzmán/)
Justamente los supuestos sobornos a Name y Calle han hecho que el futuro de la reforma pensional no sea prometedor, pues en el órgano legislativo se mantiene un ambiente de desconfianza para aprobarla, pues se teme que haya coimas para garantizar el visto bueno del proyecto.
Además, el Gobierno también prepara el nuevo documento para presentar, con sentido de urgencia, la nueva reforma a la salud, a pesar de los reiterativos reproches que ha recibido en el Congreso por no solucionar los problemas de fondo del sistema, además de no dejar claros los mecanismos como se desarrollará el nuevo modelo financiero de la salud. Es por eso por lo que la discusión sobre la convocatoria a una Constituyente también ha tomado un papel central en la agenda política del país.
De hecho, el presidente Petro ha instruido a sus ministros a trabajar sin descanso, enfatizando la urgencia de mostrar resultados palpables a los ciudadanos colombianos antes de alcanzar la mitad de su mandato. “Trabajarán de domingo a domingo”, ordenó el mandatario, dejando clara la importancia de cumplir con las expectativas de cambio y mejora que prometió durante su campaña.
Sin embargo, desde el Gobierno nacional saben que no la tendrán fácil, pues sus intentos por cumplir sus promesas se dan en un momento en que tanto el oficialismo como la oposición buscan redefinir sus estrategias ante el actual escenario político.
Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social y uno de los colaboradores más cercanos a Petro, expresó su preocupación por cómo las reformas pensional, laboral y de salud han sido recibidas en el Congreso. “El Gobierno vendió un pedazo de prestigio al aliarse antes con el sector tradicional, perdió reputación, sobre todo porque llegó con la promesa de cambio. Perdimos reputación y las reformas, o sea, nos quedamos sin nada”, señaló Bolívar en diálogo con El Espectador, evidenciando la frustración dentro del Gobierno.
Y es que el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres ha sido particularmente perjudicial para esta administración, pues ha implicado acusaciones de uso indebido de fondos públicos para favorecer a políticos, lo cual ha llevado al Congreso a posponer la discusión de proyectos gubernamentales. Esta situación ha alimentado el escepticismo dentro del gabinete sobre la viabilidad de las reformas pendientes, llevando a algunos a considerar la posibilidad de recurrir a decretos como alternativa.
Además, la idea de convocar a una Constituyente ha ganado tracción, con el presidente Petro viéndola como una forma de reforzar el apoyo popular a su Gobierno. Este mecanismo, que busca involucrar directamente a las bases y fuerzas sociales en el proceso de gobernanza, ha generado tanto curiosidad como preocupación entre distintos sectores de la sociedad colombiana.
La senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal ha cuestionado la naturaleza y el propósito de las “coordinadoras de fuerzas populares” mencionadas por Petro, sugiriendo la necesidad de claridad sobre su función y composición. “Necesitamos saber qué es eso, qué significa y cuál es el llamado porque en Venezuela se establecieron figuras similares llamados los colectivos chavistas, en Cuba también están los guardianes de la revolución, en Irán igual”, afirmó Cabal al medio nacional, haciendo eco de los temores de que este enfoque podría derivar en prácticas autoritarias.
Mientras tanto, la oposición, liderada por el Centro Democrático y Cambio Radical, se organiza para cuestionar decretos y proyectos del Gobierno, buscando amplificar su mensaje a través de medios más mediáticos y preparándose para una confrontación tanto en el Congreso como en las calles.
