En estos días pareciera que los residentes de la capital hubiesen sido atacados por un malestar al tiempo. En las oficinas, en los hogares y en los centros educativos se han presentado numerosos casos de congestión respiratoria y las incapacidades médicas se han disparado.
Así lo indican, por ejemplo, las cifras de pediatría en la ciudad. Los habitantes capitalinos están atravesando uno de los dos picos anuales de infecciones respiratorias agudas —en el período de abril a junio—, por lo que algunas autoridades sanitarias, especialmente las que se dedican a la niñez, han lanzado una alerta.
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Ya afirman que este incremento de contagios, agudizado por la temporada de lluvias y cambios de temperatura que han enfriado a la metrópolis, ha puesto al límite la capacidad de los servicios de pediatría en la ciudad.
Información conocida por el diario El Tiempo reveló que, según el Sindicato Nacional de Pediatras de Colombia (Sicolped), la falta de preparación del Distrito ha derivado en una situación prácticamente insostenible, y la cotidianidad y frecuencia de servicios estaría “a reventar”. Diocel Lancheros, presidente del sindicato, citado por el medio, apuntó que esta realidad aumenta el riesgo de morbimortalidad evitable en los niños.
Los servicios de urgencias, un campo de guerra
El diagnóstico de Lancheros, visto desde una sala de urgencias se evidencia en un aparente colapso, con tiempos de espera de hasta seis horas. La tensión y las agresiones de padres desesperados por un estado de salud complejo en los niños se dejan ver, y hay reportes de personal médico que es el destino de ataques verbales y hasta físicos por parte de los acudientes.
Incluso, Lancheros destacó que los niños con criterios de cuidado intensivo están siendo tratados con procedimientos de hospitalización regular, lo que “genera riesgos para los pacientes”. Las infecciones cruzadas y el hacinamiento son un potencial y serio agravante para la problemática. “Urgencias está francamente en hacinamiento”, afirmó el sindicalista.
Así está la crisis respiratoria en Bogotá
Unas semanas atrás, el Distrito se pronunció sobre el difícil episodio de salud que se frecuenta en una buena parte de la ciudadanía. Por tal motivo, hizo un contundente llamado al cuidado y a la prevención. Además dispuso de canales de atención disponibles para consultas y solicitar orientación sobre el manejo sintomático.
Según la Secretaría Distrital de Salud, “La ciudad enfrenta actualmente el primer pico respiratorio del año. En Bogotá para la semana epidemiológica 19 (05 al 11 de mayo del 2024), se han notificado un total acumulado de 668.282 atenciones por infección respiratoria aguda (IRA) en la población general, que ha consultado las áreas clínicas. Haciendo un comparativo con el mismo corte del 2023, se observa un descenso del 10,3% con un registro de 745.674 atenciones acumuladas a semana 19 del año anterior”.
A mediados de mayo, ya se estaba acentuando la aparente crisis en hospitales por cuadros delicados en la población infantil. “Las atenciones reportadas en el área de hospitalización general determinan que el 55.4% de los casos por infección respiratoria aguda se concentran en menores de 5 años y el 21% se concentran en población de 60 años o más.
En las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), el 49.1% de las atenciones por IRA se concentran en menores de 5 años, y el 30.3% en población de 60 años o más”.
La entidad añadió que “mientras que en el área de consulta externa y urgencias, el 18% de las atenciones por esta enfermedad se concentran en población menor de 5 años, el 19% en personas de 5 a 19 años, el 32% en comunidad de 20 a 39 años, el 19% en mujeres y hombres de 40 a 59 años y el 12% en población de 60 años o más”.
La respuesta del Distrito a la crisis
Así mismo, la institución ha asegurado que han tomado medidas desde el inicio del año para hacer frente a este pico respiratorio. Luis Alexander Moscoso, subsecretario de Servicios de Salud y Aseguramiento, explicó al medio nacional que ya había previsto las circunstancias.
“Nos anticipamos al pico y previmos las acciones y los elementos”, afirmó. Por tanto, entre las medidas adoptadas se encuentra la solicitud a prestadores de apertura o reapertura de UCIP (Unidades de Cuidados Intensivos Pediátricos), además de un monitoreo diario de la situación. Moscoso añadió que, aunque el sistema ha estado al límite, a todos los pacientes se les ha brindado la atención requerida.
No obstante, los datos del Observatorio de Salud de Bogotá muestran una realidad un tanto distante. Al 29 de mayo, el 96.1 % de las camas pediátricas de Cuidados Intermedios y Cuidados Intensivos estaban ocupadas, y el porcentaje de hospitalización alcanzaba el 93 %.
Tan solo en la Subred Sur, que cuenta con 12 camas de UCIP, se encuentran trece niños en urgencias con criterio de internación en UCI. Esta situación ha llevado a hospitales como el Universitario San Ignacio a emitir alertas por la sobreocupación en sus servicios de urgencias pediátricas.
En respuesta, Sicolped ha enviado un derecho de petición al secretario de Salud de Bogotá, Gerson Bermont, con el fin de solicitar acciones para contener la problemática. “Nos permitimos respetuosamente solicitar medidas que conduzcan a una efectiva contención del pico respiratorio”, fue lo que expresó el documento.