El pasado sábado 3 de agosto, la barranquillera Andrea Romero Bretón fue coronada como Miss Mundo Colombia 2024.
Con solo 19 años, esta estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte impresionó tanto al jurado como al público con su belleza, elegancia y talento, representando al departamento del Atlántico.
Sin embargo, el nombre de Andrea Romero ya era conocido, porque para el 7 de julio de 2021 se destacaba como influencer digital de su iglesia cristiana. Es recordada por haber asistido a un encuentro interreligioso de jóvenes con el entonces presidente Iván Duque.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel.
Durante 2021, Andrea Romero Bretón captó la atención en redes sociales al visitar el Palacio de Nariño y, de manera inesperada, ofrecer una piedra al entonces presidente de Colombia, Iván Duque.
Este gesto fue presentado como un símbolo de “la fuerza constructiva” de la juventud cristiana, grupo del cual forma parte. Al respecto, cuando ocurrió dicha situación también comentó que “la próxima vez que un joven saque una piedra sea para construir una casa, un templo y no para destruir”.
Sobre ese episodio, Romero comentó que “estábamos en medio del estallido social y se lanzaban piedras contra la policía, la que yo le entregué al presidente Duque tenía otro significado, simbolizaba la piedra que construye”.
La Miss Mundo también explicó en su momento que fue complicado ingresar dicha piedra a la Casa de Nariño, dijo que aunque pasó por varios controles, pero no se dieron cuenta de la piedra.
“Fue algo bastante complicado porque yo iba invitada como influencer y me habían dado el permiso para grabar mi contenido, pero después me dijeron que no, me tuvieron 10 minutos esperando para que me devolvieran mi celular, pero yo creo que fue la mano de Dios, porque nadie se enteró de la piedra. Pasamos por mucha seguridad, rayos X, revisaron nuestros bolsos, pero no pasó nada e incluso, ya en el evento, cuando yo saco la piedra para entregarla, nadie dijo nada. Eso sin duda fue Dios respaldándome”, explicó.
La influencer comentó que, al enterarse de su invitación a la conmemoración, decidió que deseaba ofrecerle un obsequio al presidente, pero buscaba que fuera algo con un significado más profundo que lo material.
El exmandatario se mostró entusiasmado y, a lo largo de su alocución de aquel momento, hizo varias referencias a este evento atípico. “Este encuentro es la forma más clara de mostrar la capacidad de construcción de nuestra sociedad porque aquí nos encontramos distintas expresiones de de fe, religiones y creencias y compartimos, pero si miramos la historia de la humanidad, una reunión de esta naturaleza hace muchos años hubieras sido prácticamente imposible por confrontaciones y violencia´. Vemos que somos capaces de superar toda esa historia”, comentó el en ese entonces presidente.
Romero representará a Colombia a nivel internacional en un evento que se realizará en 2025. Ella se describe como una reina atípica y asegura que el futuro se construye en el presente. Además, cree que la belleza es subjetiva, enfatizando que lo más importante es lo que hay en el interior de una persona.
Romero, además, fue seleccionada como consejera de juventud de su vecindario, Riomar en Barranquilla, obteniendo una de las mayores cantidades de votos en su ciudad. “Lo mío es trabajar para visibilizar la capacidad creadora de los jóvenes”, dijo la modelo.
Por otro lado, Romero durante su discurso comentó que: “Los reinados en Colombia se convierten muchas veces en escenarios negativos, yo los entiendo como un elemento de mercadeo social, este de Miss Mundo tiene un tinte diferente, es belleza con un propósito”.
Igualmente, es la primogénita de cuatro hermanas, hija de una madre educadora y un padre consultor político. En 2023, terminó sus estudios en el Colegio Hebreo de Barranquilla y cuenta con una beca otorgada por la Fundación Tecnoglass.
Con su propuesta y un discurso impactante, Romero persuadió a un jurado que, al igual que ella, aspira a que los certámenes de belleza se conviertan en agentes de cambio, donde se valoren no solo las cualidades físicas, sino también a mujeres con sustancia y contenido.