A 48 días de su victoria en la jornada electoral del 2 de junio, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ya ha dado a conocer los perfiles de 20 personas que serán parte de su equipo a partir del 1 de octubre. Sin embargo, los nombres de quiénes se convertirán en los próximos titulares de las Fuerzas Armadas de México aún son una incógnita.
El pasado 8 de julio, Sheinbaum Pardo informó que guardará los nombramientos de los próximos titulares de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar) hasta unos días antes de asumir la Presidencia de la República.
“Sedena y Marina van a ser hasta septiembre, las últimas semanas de septiembre”, declaró durante conferencia de prensa.
Aunque algunos nombres ya comienzan a sonar, la también exjefa de Gobierno de la Ciudad de México ha optado por mantenerse hermética en materia de seguridad, siendo el único nombramiento público el de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la cual será dirigida por Omar García Harfuch.
Pero, ¿a qué se debe que estas dependencias sean las últimas en cambiar de titulares?
Legitimidad y soberanía
De acuerdo con el periodista Raymundo Riva Palacio, las Fuerzas Armadas son el pilar de la legitimidad del presidente en turno, en este caso, Andrés Manuel López Obrador.
Se trata del conjunto de instituciones militares ―compuestas por el Ejército Mexicano, la Armada de México y la Fuerza Aérea Mexicana― constituidas principalmente (y legalmente) para garantizar la soberanía, integridad territorial, independencia y seguridad interior del país.
El presidente de México, además de ser el encargado de las responsabilidades del Poder Ejecutivo, es nombrado el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas; es decir, la máxima autoridad militar del país.
Ésta figura tiene el poder de tomar decisiones estratégicas y operativas sobre el manejo de las fuerzas militares, incluyendo la defensa nacional y la seguridad interna. Sus responsabilidades también pueden abarcar la aprobación de presupuestos militares, la supervisión de altos mandos y la implementación de políticas de defensa.
Pese a ello, es importante recordar que la legislación normativa y la autorización de sus acciones están supeditadas al Senado de la República.
La razón, según Riva Palacio
Por su parte, Riva Palacio señaló en su columna Estrictamente Personal que el nombramiento de los titulares de la Sedena y la Semar serán los últimos debido a la tensión al interior de las Fuerzas Armadas.
“La definición de lealtades es más que una conjetura. Es lo que está a discusión en los pasillos del poder desde principio de año, cuando la sucesión en la Defensa Nacional comenzó a moverse ante la certeza de todos, en el gobierno, de que Sheinbaum ganaría la elección”, escribió el pasado 1 de julio.
Algunos de los perfiles más sonados para la Sedena son:
- General Gabriel García Rincón, actual secretario de la institución.
- General Andrés Fernando Aguirre O. Sunza, director del Colegio de la Defensa Nacional.
- General Ernesto José Zapata, comandante de la Primera Región Militar.
- General Ricardo Trevilla, primer jefe de Estado Mayor Conjunto de la Sedena.