Vitoria, 20 jun (EFE).- El candidato a lehendakari del PNV, Imanol Pradales, ha propuesto alcanzar un nuevo pacto estatutario para Euskadi, basado en asentar una relación bilateral con el Estado que incluya el reconocimiento de la “realidad nacional”, la singularidad de su autogobierno y un sistema de garantías para el cumplimiento de lo acordado.
Pradales, en su discurso de investidura ante el pleno del Parlamento Vasco, ha hablado de la actualización del autogobierno de Euskadi, con la defensa del alcanzado hasta ahora, la culminación del Estatuto de Gernika y con un nuevo pacto estatutario.
Se ha comprometido a “trabajar” para hacer realidad el compromiso del Gobierno de Pedro Sánchez de hace cuatro años de transferir a Euskadi las competencias pendientes y se ha remitido a las conclusiones de la ponencia de autogobierno del Parlamento de hace cinco años para proponer un avance en esta materia.
Entre otras cosas, ha recordado que el País Vasco cuenta con el Concierto Económico que es “de aplicación a un nuevo marco jurídico de relaciones institucionales y políticas entre Euskadi y el Estado”.
Ha dicho que “son conocidos” los pasos que propone para “hacer realidad un nuevo pacto estatutario: negociación y aprobación primero en Euskadi y después en el Estado, en las Cortes generales, con el mayor consenso posible, y ratificación en referéndum por la ciudadanía vasca”.
Pradales ha considerado que en “primera instancia” les corresponde a los partidos políticos “trabajar el procedimiento más adecuado para encauzar el nuevo pacto estatutario”.
“Es la hora de ser valientes, es la hora de dar el paso. Ha llegado el momento de consensuar un gran pacto político por el futuro de Euskadi que supere la dimensión, ambición y alcance del logrado en 1979”, ha subrayado.
En su propuesta para ser investido lehendakari, Pradales ha hablado de convivencia y derechos humanos y ha señalado que desde la desaparición de ETA “consolidar una convivencia plural, integradora y comprometida con los derechos humanos se ha convertido en una prioridad de país”.
Un ejercicio que requiere construir una “memoria crítica con el pasado y solidaria con las víctimas”, una memoria que reconozca “sin ambages la injusticia del daño causado por toda forma de terrorismo o violencia”.
Ha propuesto un modelo de convivencia basado en la “deslegitimación de la violencia, el reconocimiento integral de todas las víctimas de vulneraciones de derechos, la construcción de una memoria inclusiva, crítica y ética, y la promoción de los principios y valores éticos y democráticos”.
Entre otras medidas concretas, ha planteado un plan de legislatura en materia de convivencia y derechos humanos, continuar desarrollando las leyes vascas de víctimas de vulneración de derechos humanos y la de Memoria Histórica y Democrática, además de poner en marcha el nuevo Museo de la Paz en Gernika. EFE
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