Los precios de los alimentos experimentarán un incremento en los próximos meses, lo cual podría influir de manera significativa en la inflación, aún cuando esta última ha mostrado una tendencia a la baja.
Según analistas, se espera que este sector específico comience a registrar alzas, ejerciendo presión sobre el indicador de inflación, tanto en el corto, como en el medio plazo.
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Laura Katherine Peña, economista de Bbva Research para Colombia, indicó que la tasa anual de la inflación de alimentos subió 126 puntos básicos, pasando de 1,7% a 3,0%.
Este aumento se atribuye a un efecto estadístico de comparación en relación con abril de 2023, cuando se registró una disminución notable en la canasta de alimentos, y también a un alza en el costo de alimentos perecederos, incluidas las frutas frescas, las papas y los tomates.
“El alza está asociada a dos factores: un efecto estadístico de comparación, en abril del 2023 la canasta registró una disminución relevante; un incremento en la canasta de perecederos, en la que las frutas frescas, la papa y el tomate mostraron alzas importantes en el último mes”, dijo la experta a Portafolio..
Así mismo, la inflación excluyendo los alimentos presentó una variación anual del 8,19%, lo cual representa una disminución en comparación con el mes anterior, siendo éste el ajuste más significativo desde enero de 2024. En este contexto, se destacó una notable baja en el costo del gas, que registró una variación anual de -1,01%.
Según previsiones de Bbva Research, es probable que la inflación alimentaria siga en aumento durante el segundo trimestre del año, lo que implicaría una reducción más lenta de la inflación total en este período. Sin embargo, se anticipa que la inflación, excluyendo los alimentos, continuaría su tendencia a la baja, posibilitando que el índice total de inflación cierre cerca del 5,4% al finalizar 2024.
Además, datos aportados por el Dane resaltan que por regiones, Valledupar, Sincelejo y Riohacha se posicionaron entre las ciudades con la mayor variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), mientras que Villavicencio, Popayán y Neiva registraron las menores variaciones. Estas cifras sugieren una heterogeneidad geográfica en la evolución de la inflación a nivel nacional.
La combinación de estos factores subraya la complejidad del escenario económico en Colombia, marcado por la influencia de distintos elementos en el comportamiento de la inflación. La evolución de los precios de los alimentos y su impacto en el índice inflacionario continúa siendo un tema de seguimiento para analistas y decisiones de política económica en el país.
El Dane destacó la reducción de la inflación pero advirtió sobre presión de arriendos y combustibles
En Colombia, el costo de vida experimentó una disminución significativa en abril, reflejando una tasa de inflación anual del 7.16%, un marcado descenso comparado con el 12.82% registrado en el mismo mes del año anterior. Esta cifra representa el decimotercer mes consecutivo de reducción en la inflación, que había alcanzado picos superiores al 13%, según informes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Este notable alivio en el bolsillo de los colombianos, sin embargo, sigue viéndose afectado por ciertas presiones inflacionarias, especialmente en los precios de los combustibles y los arriendos. La directora del Dane, Piedad Urdinola, explicó que el incremento en los costos de arrendamiento se debe en gran parte a la indexación basada en la inflación del año pasado, que fue excepcionalmente alta.
Además, resaltó que los ajustes en los precios de la gasolina, realizados por el Gobierno Nacional para manejar el déficit fiscal del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (Fepc), continúan presionando el índice inflacionario, particularmente mientras se define el ajuste en el precio del Acpm.
Los analistas coinciden en que, pese a la disminución general de la inflación, estos factores mantienen una influencia significativa en la economía, subrayando la importancia de monitorear estas variables en los próximos informes. La situación de la inflación en Colombia, especialmente en lo relacionado con el costo de los arriendos y el precio de los combustibles, sigue siendo un punto clave de análisis para entender la dinámica económica actual del país.
Con esta actualización económica, los colombianos enfrentan un panorama mixto, donde la reducción generalizada de la inflación ofrece un respiro, pero las presiones específicas en ciertas áreas mantienen viva la preocupación por el costo de vida y la estabilidad económica a largo plazo. El seguimiento continuo de estos indicadores será vital para medir el progreso económico de Colombia en el futuro cercano.