Madrid, 28 sep (EFE).- Entre la pasada y la actual temporada, las únicas dos derrotas del Real Madrid han sido contra el Atlético de Madrid en el Metropolitano, escenario de un nuevo derbi que circula entre la presión del liderato del Barcelona, la emoción, la tensión extradeportiva, la polémica por las 48 horas menos de descanso local y las dudas que suscitan aún sus respectivos inicios.
El vigente campeón, ahora segundo, el Real Madrid, con 17 de los 21 puntos, sobre todo sin tanta autoridad como acostumbra este curso y este domingo sin Kylian Mbappé, baja por lesión, contra el tercero, el Atlético, entre los altibajos, la inversión millonaria de este verano y la construcción de un equipo que ha sumado 15 de 21 puntos.
Vinicius, Rodrygo y Jude Bellingham contra Julián Alvarez, Antoine Griezmann y Samuel Lino o Ángel Correa. Thibaut Courtois contra Jan Oblak. Robin Le Normand, José María Giménez y Reinildo Mandava contra Eder Militao, Antonio Rudiger y Ferland Mendy. Marcos Llorente contra Dani Carvajal. Aurelien Tchouameni, Fede Valverde y Eduardo Camavinga o Luka Modric contra Rodrigo de Paul, Koke Resurrección y Conor Gallagher. Un gran duelo.
Líder el Barcelona, el derbi pone en jaque al Real Madrid y al Atlético, invencibles los dos hasta ahora en esta temporada. Un choque por la segunda posición ahora, pero mucho más en adelante: por la persecución del conjunto azulgrana, entre el riesgo que supone la derrota por verse demasiado pronto demasiado lejos del objetivo único, el título.
La presión está ahí para los dos. También la polémica, porque el Atlético jugó el jueves su duelo contra el Celta en Balaídos y el Real Madrid lo hizo el martes en casa contra el Alavés. Hay 48 horas de diferencia de las que se ha quejado el conjunto rojiblanco, que regresó la madrugada del jueves de Vigo, se entrenó el viernes por la tarde y lo volvió a hacer este sábado por la mañana para preparar el choque sin pausa y casi sin descanso.
Al borde del minuto 90, el Atlético logró en Vigo una victoria de supervivencia. Crucial. El gol lo marcó Julián Alvarez, a pase de Antoine Griezmann. Después del empate en Vallecas, de su deficiente partido, el triunfo era una obligación. Dos días antes, el Real Madrid superó al Alavés por 3-2, con demasiada relajación en el tramo final que repuso el debate de la victoria, entre los altibajos de este comienzo de campaña, con dos empates fuera de casa.
Todo dentro, a la vez, de la vorágine y la tensión de los últimos derbis en el Metropolitano por los insultos racistas sufridos por Vinícius por parte de un sector de la afición del equipo rojiblanco fuera del estadio antes de los choques más recientes. El recibimiento al atacante brasileño, dentro y fuera del terreno, marca de forma inevitable las horas previas.
“Es un derbi súper especial, con mucha rivalidad, pero, sobre todo, con el máximo respeto que tiene que haber dentro de un partido de fútbol”, transmitió el viernes Koke Resurrección, el capitán del Atlético, a través de los medios oficiales del club, rumbo a un duelo que el Real Madrid ha ganado tan solo en uno de sus últimos cinco capítulos.
Varias rotaciones después en el ciclo de cuatro partidos anteriores, el quinto duelo en apenas dos semanas promueve el once más tipo de Diego Simeone a esta alturas de temporada; lesiones aparte porque Pablo Barrios, fuera por quinto choque seguido, y César Azpilicueta son baja para el derbi de este domingo. Thomas Lemar ya ultima su puesta a punto, a la espera de cuando se produce su vuelta a la convocatoria.
Goleador decisivo (y suplente) en Vigo, Julián Alvarez apunta al ataque titular. Ya le ha marcado al Real Madrid en los tres duelos que jugó con el Manchester City ante el conjunto blanco. Un gol en 44 minutos. En el Atlético suma dos tantos en esta temporada en ocho encuentros, aún por debajo de la expectativas, pero dentro del proceso normal de acoplamiento del campeón del mundo argentino al esquema de Diego Simeone.
Antoine Griezmann, indispensable en este Atlético, elemento esencial en tres de los últimos cuatro goles de su equipo (uno lo marcó y dos fue el asistente) y máximo goleador de la historia del club, jugará a su lado en el ataque, con Alexander Sortloth previsiblemente de inicio en el banquillo.
Sin rotar en ninguno de los cuatro encuentros, Koke seguirá de medio centro, con el retorno de Rodrigo de Paul a la derecha y la presencia de Conor Gallagher en la izquierda, ya uno de los hombres fijos de Simeone, mientras que la defensa mantendrá a Robin Le Normand, José María Giménez y Reinildo Mandava, con Marcos Llorente por la derecha y Jan Oblak en la portería. Un gol en contra en cinco choques.
La duda está en un puesto, ya sea con cinco o con cuatro atrás. Si es la primera opción, el carril izquierdo será para Samuel Lino o Rodrigo Riquelme; si es la segunda, se abre la posibilidad de Ángel Correa en el frente ofensivo, bien por la derecha o bien en punta junto a Julián Alvarez, con Griezmann por la izquierda o por detrás.
Enfrente, el derbi mide el momento del Real Madrid. La capacidad de salir airoso de duelos grandes sin su nuevo referente, Kylian Mbappé, apartado por una inoportuna lesión muscular de la primera cita de entidad. El reencuentro con el único estadio del que salió derrotado el equipo de Carlo Ancelotti el último curso.
En el Metropolitano se desfiguró en LaLiga en un momento que se convirtió en punto de inflexión. El ejemplo del mal trabajo defensivo, de la falta de solidaridad defensiva con laterales que sufrieron una pesadilla por falta de ayudas. Desde esa mala noche, el Real Madrid no ha vuelto a perder en la competición. 39 jornadas consecutivas y un título liguero al bolsillo en el viaje hasta el reencuentro.
Y en el mismo escenario fue eliminado de la Copa del Rey a las primeras de cambio, en octavos de final. El precedente al que recurre Ancelotti para responder la queja atlética por su menor descanso. Comprensivo por los dos días menos de descanso actuales. Reivindicativo cuando recuerda la factura que le pasó a su equipo en aquella prórroga en la que cedieron desde el físico tras haber ganado la Supercopa de España.
La salsa de una rivalidad eterna de un derbi que exigirá al Real Madrid exhibir una imagen de firmeza. En buena dinámica tras un inicio irregular en el que cedió empates en sus dos primeras salidas -Mallorca y Las Palmas-, con cinco triunfos consecutivos, permitiéndose incluso la desconexión en su última cita, con susto final ante el Alavés, al sentirla sentenciada para llegar con mejor físico que el rival. Tras marcar 10 goles en sus tres últimos choques.
Pero sin Mbappé. Sin el futbolista que marca el paso del Real Madrid y que llegaba lanzado tras encadenar cinco encuentros consecutivos con gol. Siete dianas en nueve partidos. Un vacío que debe rellenar Ancelotti con un ajuste de piezas. Aliviado por no tener que tomar la decisión de sentar a un integrante del tridente, con todos los focos apuntando a Rodrygo, para reforzar los días grandes su centro del campo con un cuarto integrante. Y por recuperar a Eduardo Camavinga para la batalla.
Quizás aún justo en el físico tras el esguince de rodilla que le impidió jugar en lo que va de curso, pero con tal importancia su figura en un centro del campo que aún añora a Toni Kroos. Tiene opciones de regresar directamente al once. En caso de que considere que es un riesgo Ancelotti, la opción de la veteranía de Luka Modric aparece con ventaja sobre Arda Güler -en un centro del campo con las bajas de Dani Ceballos y Brahim Díaz- y de Endrick.
Solamente manteniendo el sistema de este curso, un 4-3-3, entraría como novedad Endrick. Aún no ha sido titular en ningún encuentro y nada apunta a que lo sea en la cita más importante a sus 18 años, con el respeto que siempre tiene Ancelotti a los galones. De ahí que el ajuste táctico pase por la vuelta al 4-4-2 con rombo y el adelanto de Jude Bellingham a la mediapunta para aumentar su llegada por sorpresa a área rival.
De marcar en sus cinco primeros partidos el año pasado a no aportar gol en los cinco primeros de este curso. De su aportación, como de la noche de Vinícius en el ‘huracán’, advertido de que debe rebajar pulsaciones en las protestas tras dos amarillas seguidas por dirigirse a los árbitros, cuando justo ha recuperado su juego desequilibrante, dependerá el éxito madridista en el derbi.
– Alineaciones probables:
Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Le Normand, Giménez, Reinildo; De Paul, Koke, Gallagher; Griezmann, Lino o Correa; Julián Alvarez.
Real Madrid: Courtois; Carvajal, Militao, Rüdiger, Mendy; Tchouaméni, Fede Valverde, Camavinga o Modric, Bellingham; Rodrygo y Vinícius.
Árbitro: Busquets Ferrer (C. Balear).
Estadio: Cívitas Metropolitano.
Hora: 21.00.
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Puestos: Atlético de Madrid (3º, 15 puntos); Real Madrid (2º, 17 puntos).
La clave: El desborde por los extremos.
El dato: El Real Madrid ha ganado uno de sus últimos cinco derbis.
La frase: Ancelotti: “El Atlético ha mejorado su plantilla y va a pelear hasta el final por esta Liga”.
Altas: Eduardo Camavinga y Dani Carvajal, en el Real Madrid.
Bajas: Pablo Barrios (lesión) y Azpilicueta (lesión), en el Atlético de Madrid, y Kylian Mbappe (lesión), David Alaba (lesión), Dani Ceballos (lesión) y Brahim Díaz (lesión), en el Real Madrid.
Dudas: Thomas Lemar, en el Atlético de Madrid. EFE