Las agencias de viaje y empresas de transporte turístico podrían verse desafectadas del pago del Impuesto general a las ventas (IGV), luego de que la bancada de Podemos Perú presentara un proyecto de ley que busca promover la formalización administrativa y tributaria en el sector. Sin embargo, la medida no aplica para todas, y podría generar competencia desleal.
El proyecto de ley 8637/2024-CR, presentado por el congresista Jorge Luis Flores Ancachi, plantea que las operaciones de comercialización y venta de servicios turísticos realizadas por agencias de viaje y empresas de transporte turístico terrestre a turistas nacionales estén exoneradas del pago de 18% de IGV.
Pero la medida solo aplica para las agencias domiciliadas, es decir, con bandera peruana, y está dirigida a las micro y pequeñas empresas que generen al menos el 70% de sus ingresos de estas actividades, como agencia de viajes o de transporte turístico, y que se encuentren afectas al IGV.
No solo eso, pues el proyecto de Ancachi ejerce una presión y gasto adicional sobre el Banco de la Nación, al establecer que Los turistas beneficiarios de la exoneración del IGV “no podrán usar efectivo, y deberán pagar abonando a una cuenta corriente cero mantenimiento de la empresa”, previamente inscrita en la entidad bancaria antes descrita.
Cabe señalar que no estarán comprendidas las operaciones en las que el consumidor final sea una persona jurídica -por ejemplo, una empresa- que demande factura de ventas, a menos que se trate de programas de turismo social destinados a atender los grupos vulnerables de la población.
El impacto de exonerar el IGV para agencias de viaje
Según Flores Ancachi, la medida busca “ampliar la base tributaria, incrementar la recaudación del Impuesto a la Renta, y reducir las externalidades negativas asociadas a la informalidad en el sector turístico”.
Sin embargo, el proyecto de ley recae en la bolsa de dispositivos en materia fiscal advertidos por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) como lesivos para la recaudación, según el exministro de Economía, Alfredo Thorne.
Luego de anotar una caída histórica de 12% en 2023, la recaudación tributaria al primer semestre de este año alcanzó los S/89.137 millones, un 2,5% todavía por debajo de similar periodo del ejercicio previo.
“Estas medidas generan beneficios excluyentes y terminamos con empresas muy pequeñas, como las que están en el NRUS, las cuales, prácticamente, no pagan impuestos y lo único que hacen es distraer recursos sin contribuir al PBI”, resalta el especialista.
Para Thorne, estas empresas tampoco crecen porque no tienen tecnología, ni un modelo de negocio bien orientado, por lo que quitarles impuestos no las formalizará. Además, aclara que ya existen “muchísimas exoneraciones tributarias, con un déficit fiscal muy alto, por lo que, cada vez, cae más la recaudación, a pesar de que la economía ya está recuperándose”.
“El IGV es un impuesto en cadena, al momento que yo no lo declaro termino erosionando todo el sistema. Dejan de pagar todos los que estaban detrás, no solo el beneficiario último de la exoneración, eso es algo que tiene que entender nuestro Congreso. Al final, vamos a tener menos IGV en el país., el impuesto más formalizador y el que más recauda”, advierte.
Agencias de viaje, empleo y caída del turismo en Perú para la WTTC
El turismo en Perú fue severamente impactado por la pandemia, con una caída del 64,6%, mucho mayor que la reducción global del 48,4%. Esta debacle se debió en parte a la drástica afectación de las rutas aéreas, una situación que prolongó la recuperación del turismo internacional. Aun así, el turismo doméstico ha sido un pilar crucial en el proceso de reactivación del sector turístico peruano.
“A nivel de empleo, estamos prácticamente ahí para 2024. Esperamos que nuestro sector emplee a más de un millón de personas en Perú”, comentó Virginia Messina, vicepresidenta Senior del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), resaltando la recuperación laboral en el turismo peruano tras la pandemia. A pesar de un repunte notable, el sector todavía enfrenta desafíos significativos para recuperar sus niveles previos a 2020.
Este sector no solo representa una parte considerable de la economía del país, sino que es también un factor decisivo en la lucha contra la pobreza, debido a su capacidad para generar empleo y dinamizar otras actividades económicas. Según Virginia Messina, en 2009, el turismo en Perú aportaba cerca de US$21.000 millones, lo que representaba un poco más del 8% del Producto Bruto Interno (PBI) del país. Para 2024, se prevé que este sector contribuirá con el 7,3%, una cifra aún por detrás del nivel prepandemia, pero con un crecimiento estimado del 10% respecto al año anterior.
WTTC ha destacado la importancia de las estrategias de incentivo al turismo internacional y doméstico para alcanzar estas metas de recuperación. La promoción de destinos seguros, acompañado de políticas gubernamentales de apoyo y facilidades para los viajeros, son algunas de las medidas que se están implementando en esta dirección.