El consumo diario de helado, un placer aparentemente inofensivo, puede traer consigo diversas consecuencias para la salud. Este alimento, rico en azúcares y grasas saturadas, puede afectar tanto al metabolismo como a la salud dental y cardiovascular. Diversos expertos y estudios señalan los riesgos de incorporar helados ultraprocesados en la dieta cotidiana, advirtiendo sobre la necesidad de moderación y la búsqueda de alternativas más saludables
Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el consumo de azúcares añadidos y de azúcares libres “debe ser lo más bajo posible” dentro de una dieta saludable.
Uno de los primeros perjuicios que puede causar el consumo diario de helado es su impacto en la salud dental. Según la Asociación Dental Estadounidense (ADA), el alto contenido de azúcar en el helado puede causar caries y erosión del esmalte dental. Los ingredientes dulces del helado, al quedar atrapados entre los dientes y las encías, proporcionan un ambiente propicio para las bacterias que causan las caries.
El helado posee un alto índice glucémico debido a su contenido de azúcar refinada. Según la Fundación para la Investigación de la Diabetes Juvenil (JDRF) de los EEUU, consumir alimentos con elevado índice glucémico regularmente puede provocar picos de glucosa en la sangre. Estos picos pueden ser especialmente perjudiciales para personas con diabetes o con predisposición a la enfermedad, haciendo que los niveles de azúcar en sangre sean difíciles de controlar.
Para aquellos con intolerancia a la lactosa, el helado puede causar problemas digestivos como hinchazón, dolor abdominal y diarrea. El diario online Salud y medicina indica que la intolerancia a la lactosa afecta aproximadamente al 75% de la población mundial, con variaciones en la severidad de los síntomas. Esto se debe a la incapacidad del cuerpo para digerir adecuadamente la lactosa, el azúcar presente en los productos lácteos.
El helado es rico en grasas saturadas, lo cual puede afectar negativamente los niveles de colesterol. Según la American Heart Association (AHA), las grasas saturadas aumentan los niveles de colesterol ‘malo’ (LDL) en la sangre. Este aumento puede incrementar el riesgo de enfermedades del corazón y derrames cerebrales. El helado contiene entre un 5% y un 15% de grasa y entre un 3% y un 5% de proteínas, lo que contribuye a estos efectos negativos sobre la salud cardiovascular.
Mariona Bolfegó, profesora colaboradora en los estudios de Ciencias de la Salud en la Universidad Abierta de Cataluña, explicó al portal espcecializado Vidae que los helados de agua y aquellos a base de leche o nata tienen un alto contenido en azúcares: “Dos bolas de helado pequeñas o un palito de agua contienen unos 25 gramos de azúcar, el equivalente a cuatro cucharadas de postres de azúcar”, explica Bolfegó. Esta cantidad es la ingesta máxima diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para adultos y niños.
Por eso expertos y directivas nacionales e internacionales recomiendan reducir al máximo el consumo de este tipo de azúcares encontrados en productos como los helados ultraprocesados.
Para aquellos que buscan consumir helados de manera saludable, siempre está la opción de prepararlos en casa, controlando los ingredientes añadidos y evitando azúcares y grasas poco saludables. Alternativas como fruta triturada y congelada o ingredientes naturales como aguacate y dátiles pueden ser opciones saludables y deliciosas. Estas alternativas permiten disfrutar del gusto sin comprometer significativamente la salud.
Receta de helado casero sin azúcar
Preparar helado casero sin azúcar comienza seleccionando los ingredientes adecuados que proporcionen dulzura natural, como frutas maduras o edulcorantes naturales. Luego, se mezcla con una base cremosa que puede ser yogur, leche de coco, o crema, para obtener una textura suave y deliciosa.
Para esta receta de helado casero sin azúcar se necesitan 30 minutos para preparar los ingredientes y mezclarlos, y 4 horas para que el helado se congele adecuadamente.
Ingredientes
- 3 bananas maduros.
- 250 ml de leche de coco.
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- 100 gramos de frutillas opcional, para añadir sabor y color).
- Edulcorante natural al gusto (opcional, como stevia o eritritol).
Cómo hacer helado casero sin azúcar, paso a paso
- Pela y corta las bananas en rodajas. Colócalas en una bandeja y congélalas por al menos 2 horas.
- Una vez congeladas, coloca las bananas en una licuadora o procesador de alimentos junto con la leche de coco y el extracto de vainilla.
- Licúa hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Si decides añadir frutillas, agrégalas en este paso y mezcla nuevamente hasta que estén bien incorporadas.
- Prueba la mezcla y, si lo deseas, añade un edulcorante natural al gusto. Mezcla bien para que el edulcorante se incorpore uniformemente.
- Vierte la mezcla en un recipiente apto para congelador y cubre con una tapa o papel film.
- Congela la mezcla por al menos 2 horas más, removiendo cada 30 minutos durante la primera hora para evitar la formación de cristales de hielo.
- Antes de servir, deja reposar el helado a temperatura ambiente durante unos minutos para que se ablande un poco y sea más fácil de servir.