El sábado, Mateo Apolonio jugó con su categoría, la Novena División de Deportivo Riestra; se trata de la más pequeña del espinel de las Inferiores. Y este jueves 16 de mayo entró en la historia del fútbol argentino. Es que el juvenil, de 14 años, se convirtió en el jugador más joven en debutar en Primera División. Ingresó a seis minutos del final del partido que Newell’s ganó 1-0, por los 16avos de final de la Copa Argentina.
El lateral izquierdo, de 14 años y 29 días, superó al Kun Agüero, quien había hecho su presentación en la élite con Independiente cuando tenía 15 años y 35 días. Tercero en el listado quedó Diego Maradona, quien dio el salto con Argentinos Juniors en 1976. En el estadio de Patronato de Paraná, el Ogro Fabbiani decidió el ingreso de la promesa en lugar de Gonzalo Bravo cuando el conjunto del Bajo Flores intentaba llegar al empate para forzar los penales (Guillermo May anotó el único tanto del cotejo).
Apolonio se ubicó como mediocampista por el lado izquierdo, no llegó a tocar el balón, aunque se mostró activo en la marca y se quedó para el rebote en un par de pelotas paradas que tuvo Riestra en el epílogo. Mateo ya se había convertido en noticia cuando había sido convocado, al igual que otros juveniles, porque el conjunto porteño dispuso una alineación alternativa, dado que priorizó el torneo de Primera porque está peleando la permanencia.
“El chico es el capitán de la Novena, lo estábamos siguiendo, tiene una dinámica muy importante, es una apuesta que está haciendo el club. Se le dio la posibilidad y ahora a ayudarlo a seguir creciendo. Tiene una gran pegada, es normal que estuviera un poco nervioso. Desde enero venía entrenando con nosotros y bajaba a jugar a su categoría”, lo definió el entrenador Fabbiani. “La camiseta quedó para él, el recuerdo es para él”, informó el orientador.
Apolonio es categoría 2010, nació apenas dos meses antes del inicio del Mundial de Sudáfrica. Arribó al Bajo Flores en 2021 mediante una prueba. “Estaba en el living de mi casa y mi mamá me llamó. Estaba mi papá llorando en el teléfono y yo no entendía nada. Me dijo: ‘Fuiste citado para la Primera División’”, narró el joven en un video que publicó el club. Y anticipó antes del choque en Entre Ríos: “Es una experiencia única que, pase lo que pase, va a ser un recuerdo hermoso y eso es lo importante”.
Para el plantel de la Lepra también resultó una situación especial. Mauricio Larriera, técnico del vencedor, se refirió a la presentación del adolescente. “Por algo el chico jugó y participó, nosotros tenemos que marcarlo con la misma fuerza con la que marcamos a un jugador de 38 años. Me gusta cuando debutan chicos, pero me pareció muy chiquito. No sé los futbolistas cómo lo sintieron, pero en el fragor de la lucha no repararon en eso”, explicó.
Y no apeló a eufemismos a la hora de volcar su opinión ante los micrófonos: “Como padre pienso ‘qué peligro’, porque está en una etapa de desarrollo que no es conveniente, por suerte no pasó nada, estuvo todo bajo control”. Encima, tras el pitazo de Ariel Penel, se desarrolló una batalla campal entre las delegaciones tras un primer chispazo entre los hombres de Riestra e Ignacio Schor. Y, lógicamente, surgió el temor por la integridad de Mateo. “No sé en el lío si recibió algún golpe. Ojalá que no le haya pasado nada. Imaginé que si debutaba a esta edad es porque el entrenador creyó que podía ayudar al equipo. Tengo entendido que tiene características de carrilero”, completó el coach uruguayo.
No obstante, la polémica quedó a un costado ante un dato incontrastable: el nombre de Mateo Apolonio quedó grabado en los libros de historia del fútbol argentino.