El fraude de tiempos compartidos es uno de los tantos negocios ilícitos operados por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), además del tráfico y producción de drogas. Estas actividades afectaron a cerca de 6,000 ciudadanos estadounidenses entre 2019 y 2023 en México, según datos del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
La mayoría de las víctimas son adultos mayores que buscan pasar unas vacaciones o días libres en zonas turísticas como Puerto Vallarta, Jalisco, principalmente. Esta ciudad, además de ser conocida por sus atractivas playas, también es uno de los bastiones más fuertes del CJNG.
Los tiempos compartidos, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos (AMDETUR), es un procedimiento mediante el cual se puede comercializar un bien inmueble (ya sea un apartamento, villa o suite de hotel) destinado a alojar turistas en determinados periodos a lo largo del año.
Este negocio, en el que las víctimas son engañadas para adquirir esos tipos de propiedades, es orquestado por el “cártel de las cuatro letras”, pero su origen se remonta a un abogado mexicano que se vinculó con narcotraficantes.
De acuerdo con un informe del Departamento de Tesoro de Estados Unidos (EEUU), el abogado que instruyó al CJNG cómo operar el fraude de tiempos compartidos fue Omar Aguirre Barragán.
Debido a que el abogado ya falleció, se desconocen algunos datos sobre su vida, como su fecha y lugar de nacimiento. En el Registro Nacional de Profesionistas no hay información sobre la universidad en donde realizó sus estudios y el área en que se especializó. Sin embargo, sí hay reportes sobre su participación en actividades delictivas.
Aguirre Barragán se relacionó con estafadores de Puerto Vallarta y aprendió cómo se manejaba el fraude de tiempos compartidos. Para 2010 ya tenía conexiones con operadores del narcotráfico, por lo que dos años después se dedicó enseñar este negocio a miembros del CJNG.
“En aproximadamente 2012, Aguirre enseñó al CJNG sobre el fraude de tiempos compartidos y buscó apoyo para hacerse cargo de este esquema altamente lucrativo de los rivales en Puerto Vallarta y en otros lugares”, se lee en el informe del Departamento de Tesoro publicado este martes.
Cuando los miembros del CJNG aprendieron el esquema, prescindieron de la asistencia de Aguirre y lo “eliminaron como intermediario”. Desde entonces, la organización de Nemesio Oseguera Cervantes, alias ‘El Mencho’, controla este negocio en Jalisco.
Aguirre se vinculó con Miguel Ángel Pérez Quintero, quien en ese entonces se desempeñaba como jefe de plaza de Puerto Vallarta. Asimismo, se relacionó con los principales operadores de ‘El Mencho’ que se dedicaban a controlar la distribución de drogas sintéticas en los municipios de Mascota, Autlán de Navarro y Unión de Tula, Jalisco.
El 25 de abril de 2014, Aguirre (de entonces 46 años de edad) fue detenido junto a Pérez Quintero y otros seis miembros del CJNG, identificados como Esteban Guillermo Vázquez Rodríguez (29), Emilio López Arias (45), Karlo Marco Antonio Arrizón Ruiz (27), Joel Pluma Chapina (32), Marco Arturo Contreras Mendoza (24) y Juan Carlos de Lara Vázquez (27).
Su detención se llevó a cabo en Puerto Vallarta y fue realizada por elementos de la Policía Federal. Durante dichas acciones se aseguraron seis vehículos, cinco kilogramos de drogas sintéticas, ocho armas de fuego (una corta y siete largas) y equipos de comunicación.
Tras su arresto, Aguirre fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) en la Ciudad de México (CDMX).
Según informes del periodista Jorge Olmos, el abogado habría sido llevado a un penal de Tamaulipas, pero entre 2019 y 2020 fue liberado. Supuestamente, Aguirre se trasladó de Guadalajara a la CDMX. En el trayecto fue ejecutado por sujetos desconocidos. No obstante, no hay registros sobre la fecha y el lugar exacto donde habría sido asesinado.