París, 30 jul (EFE).- Rafael Lozano júnior, ‘el Balín’, se mostró “muy contento” tras la victoria en su debut olímpico frente al australiano Yusuf Chotia, en la categoría de 51 kilos, y subrayó la importancia de su padre, el seleccionador español, con el que saca “un extra en cada combate”.
Si no estuviese, “todo sería distinto”, afirmó Lozano Júnior, de 19 años, que ha llegado a París dispuesto a seguir el legado de su padre, Rafa Lozano, que participó en tres Juegos Olímpicos y logró dos medallas, la de plata en Sídney 2000 y la de bronce en Atlanta’96. Además, como seleccionador nacional, comparten el sueño olímpico en familia.
“Yo saco un extra con mi padre, tengo mucha confianza en él, como entrenador y también por ser mi padre, y si él no estuviese aquí no sería lo mismo”, dijo el joven boxeador español en la zona mixta del París Arena Norte, sede de la competición de boxeo de los Juegos Olímpicos de París.
“Estoy muy contento y muy feliz de estar aquí. Es algo que he soñado siempre. El primer paso ya lo he dado, porque el primer combate siempre es el más difícil, pero estoy seguro de mi, del trabajo que he hecho y vengo a por todas”, aseguró.
“He hecho mucho por estar aquí y ahora no lo puedo desaprovechar. Son momentos que no se saben si se van a volver a repetir. Ya he hecho mi trabajo y estoy orgulloso del trabajo que he hecho”, comentó.
Al lado de ‘el Balín’ su padre, Rafa Lozano, orgulloso de su hijo, viendo el combate a pie de cuadrilátero como entrenador y seleccionador nacional.
“Ha hecho fallar mucho al contrario y ha estado muy inteligente. Es un cañón. Ha metido golpes como un peso grande. El trabajo está hecho. Venimos a coger una medalla. Él quiere la de oro y yo me conformo con una cualquiera”, confesó Lozano padre, que reconoció que se “pasa mal con todos los deportistas pero con un hijo es un plus”. EFE
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