El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, criticó este lunes a la encuestadora Ipsos tras la difusión de un sondeo que revela que un 57% votaría a favor de su revocatoria y que un 69% desaprueba su gestión. En una rueda de prensa, el burgomaestre calificó a la agencia de opinión pública “como parte de un sistema de control y desinformación”.
“Hay un conjunto de personajes que tienen control de muchos temas en Perú, el poder oculto en Perú. Esa empresa, específicamente, es la que le mintió al Perú una semana antes de las elecciones. A mí me ponía en sexto u octavo lugar, en toda la campaña me puso en otros. Sinceramente, una empresa de ese nivel tan bajo […] es un sistema de corrupción que crea o quiere crear imágenes de personas decentes y honestas que entran en política para dejar su vida”, dijo.
López Aliaga defendió sus motivaciones al frente de la alcaldía, al afirmar que su único interés es “darle felicidad y bienestar a los limeños con obras de infraestructura”, para las cuales asegura tener los fondos necesarios. “Me van a disculpar, no respeto para nada a Ipsos”, recalcó.
Sobre el proceso de revocatoria iniciado en su contra, el alcalde indicó que respeta el derecho ciudadano y la legalidad del proceso. “Hay un señor que ha comprado su kit […], que haga su trabajo, es un derecho ciudadano. En Suiza es muy usual este tipo de procesos. Si obtiene las firmas, en buena hora. Pero que decida la población, no Ipsos”, zanjó.
La carrera por la revocatoria de López Aliaga inició este mes con la adquisición del primer kit de revocatoria en la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) por parte del ciudadano Ciro Silva. El documento de revocatoria menciona promesas no cumplidas como la reforestación de las riberas del río Rímac, mejorar la seguridad ciudadana, mantener Lima limpia, adquirir más motos y ambulancias, agilizar el Metro, reformular el transporte público, y construir diversas obras de infraestructura.
Además, el documento solicita la salida de varios regidores que acompañan al burgomaestre, criticado por endeudamiento excesivo, calles sucias, parques zonales con piscinas no aptas, aumento de la delincuencia y despidos injustificados de trabajadores municipales, al alegar que fallaron en fiscalizar adecuadamente su administración.
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