Sumar a un can en la familia es una decisión importante que no puede tomarse a la ligera, cada raza tiene comportamientos, hábitos y necesidades particulares de su especie. Elegir una mascota cuya personalidad no se adapte a tu estilo de vida podría traer algunos problemas en la convivencia diaria.
Para esta importante elección debes de tomar en cuenta el tamaño de la residencia, si la mascota va a convivir con niños, el tiempo disponible para sus paseos y si es compatible con el estilo que llevas.
Bajo estos motivos te compartimos las características del bobtail (antiguo perro pastor inglés), su historia, cuidados básicos y los tamaños promedio cuando alcanzan su edad adulta. Así como algunos consejos que te ayudarán a formarlo de la mejor manera, según la página web de Purina.
Origen y personalidad del bobtail o antiguo perro pastor inglés
El bobtail o antiguo pastor inglés es ampliamente reconocido por su pelaje largo y lanoso que recubre su gordito cuerpo. Parece que tiene los ojos completamente cubiertos por el pelo, pero tiene una vista perfecta. En cuanto al color, esta raza puede presentar cualquier tonalidad de gris o azul con o sin manchas. Los machos adultos miden 61 cm o más y pesan, como mínimo, 36 kg. Las hembras adultas miden 56 cm o más y pesan un mínimo de 30 kg.
Los bobtails, tan alegres y extrovertidos, son un compañero muy popular para las familias. Suelen ser de naturaleza adorable, aunque pueden ponerse nerviosos cuando juegan, por lo que deberás tener cuidado cuando haya niños pequeños cerca. Se unirán a cualquier actividad con mucho entusiasmo. No tienen miedo y, por eso, son unos perros guardianes excelentes, sobre todo gracias a su ladrido resonante. Es fundamental un adiestramiento temprano para controlar el bullicioso comportamiento de esta raza.
Esta raza surgió en la Inglaterra de mediados del siglo XVIII y puede que esté vinculada a los antiguos perros pastores, como el bergamasco, el collie barbudo, el pastor de Brie o el armant. Su apodo de «bobtail» se debe a una curiosa historia. En la Inglaterra del siglo XVIII, los perros que ayudaban a guiar a los rebaños hasta los mercados estaban exentos de impuestos. Para marcar a este tipo de perros, se les cortaba la cola: bob (cortar) y tail (cola). Estos antiguos pastores ingleses son muy buenos en su trabajo, gracias a su entusiasmo y a su pelaje que resiste muy bien a las inclemencias del tiempo. Su pelaje solía esquilarse cada año junto con el de las ovejas y las esposas de los granjeros solían hilar su pelo junto con la lana de las ovejas para tejer prendas de abrigo.
Los beneficios de tener un perro
Una mascota de compañía trae muchos beneficios a la vida de las personas, pues la constante interacción con ellos genera resultados positivos en la salud física, familiar y de la comunidad en la que se desarrolla, de acuerdo con una investigación realizada por Human Animal Bond Research Institute (HABRI), organización a favor de los animales de compañía.
Steven Feldman, director de dicha asociación, explicó en su investigación que los perros o gatos son capaces de “amortiguar el estrés y ayudar a abordar el aislamiento social”. Convivir con un compañero peludo influye en gran medida a cuidar los niveles de presión arterial, frecuencia cardíaca y ayuda a la producción de hormonas relacionadas con el bienestar.
La misma organización realizó una encuesta en 2021 para evaluar qué tanto cambió la vida de las personas antes y después de integrar a un perro a su círculo familiar y los resultado impresionaron a los investigadores, pues el 61 por ciento de los propietarios aseguró que consideraría cambiar de casa con tal de que su mascota estuviera cómoda y el 45 por ciento buscaría cambiar de trabajo para compartir más tiempo con el animal.