Hace algunos días, la Eurocopa tuvo su primer gran impacto en lo que fue el primer partido de los octavos de final. La selección italiana de fútbol, campeona defensora, fue eliminada tras caer ante Suiza el pasado sábado. El entrenador Luciano Spalletti intentó justificar la derrota con diversas explicaciones, pero los problemas internos del equipo salieron a la luz luego de la mala actuación del equipo, que solo logró una victoria en la competencia.
Según informó La Repubblica, varios jugadores del equipo nacional italiano expresaron su descontento con Spalletti y sus métodos, lo que resultó en un ambiente de fragmentación dentro del vestuario. Parte del plantel se sintió distanciado de las tácticas que eligió el DT y se mostraron confundidos por los cambios continuos en el armado del once inicial y de las estrategias para cada encuentro, algo que sucedió incluso en la previa del partido crucial contra Croacia.
Hay que recordar que, en su excursión por la fase de grupos, la Azzurra obtuvo su único triunfo ante Albania (2-1), el rival más débil de la zona. Luego de eso, el conjunto ibérico cayó ante España (0-1) y logró un agónico empate ante Croacia gracias al gol en el minuto 98 de Mattia Zaccagni que les dio la clasificación.
El periódico italiano agregó en su reporte que ciertas decisiones tácticas tomadas por Spalletti fueron objeto de críticas por el plantel. Por ejemplo, la designación tardía de algunos jugadores para enfrentarse a Croacia dejó a varios integrantes del equipo sintiéndose desplazados. Además, la inclusión de Nicolo Fagioli en la escuadra generó tensiones, debido a que el jugador de la Juventus fue visto como un “soplón” tras exponer la participación de Sandro Tonali en un escándalo de apuestas.
El volante de Juventus fue suspendido por siete meses por un caso vinculado con el juego, mientras que el delantero del Newcastle, de la Premier League, recibió una prohibición de diez meses, lo que impidió su participación en la Eurocopa de Alemania.
En ese escenario, sumado a los conflictos internos, el partido decisivo contra Suiza marcó el mal presente de la Azzurra. Los goles de Remo Freuler, y sobre todo el de Ruben Vargas en el primer minuto del complemento, sellaron la eliminación italiana. El equipo no se recuperó del golpe tempranero y se despidió de Berlín sin atenuantes.
Luego de la derrota, medios internacionales comenzaron a plantear la duda en relación a la continuidad de Spalletti, quien asumió el cargo en septiembre pasado tras el alejamiento de Roberto Mancini. Más allá de algunos cuestionamientos, el futuro del entrenador no está en duda para la Federación Italiana de Fútbol. Camino al Mundial 2026 a jugarse en Estados Unidos, México y Canadá, el combinado azzurro ganó siete de los 14 encuentros desde la llegada del DT.
Luego de la derrota ante los suizos, la prensa local fustigó el rendimiento de la Nazionale y su falta de reacción. “Sin piernas y sin alma, Italia abandona tristemente la Eurocopa ante un equipo con muchas ganas y valentía. Características básicas para una competición de este tipo, pero de las que carecían por completo los azzurri, pasivos y aburridos desde el principio hasta el final del partido”, reprochó Corriere dello Sport.
Ahora, el enfoque del seleccionado italiano se trasladará a la disputa de la Liga de las Naciones de la UEFA mientras buscará poner fin a su prolongada ausencia en la Copa del Mundo, ya que no clasificó para las últimas dos ediciones (Rusia 2018 y Qatar 2022).
