Un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) impidió este jueves la realización de una conferencia en la que iba a participar el legislador Alejandro Muñante, de Renovación Popular. Según el afiche del evento, el parlamentario estaría como panelista en una conferencia sobre la “influencia del globalismo en la concepción de derechos humanos”, programada para las 15:30 horas.
Sin embargo, la protesta estudiantil, que incluyó arengas como “San Marcos es del pueblo, no de los corruptos” y “Muñante, escucha, San Marcos te repudia”, forzó la postergación del conversatorio. Videos difundidos por el congresista evidenciaron incluso algunos forcejeos con aparente seguridad. Muñante, quien llegó junto a una comitiva minutos, fue recibido previamente con carteles de rechazo.
“Hemos visto que, en una muestra de intolerancia y hostilidad, no se dan las garantías para poder desarrollar esta ponencia de ideas en una universidad donde se supone que se debe respetar la diversidad de opiniones porque vivimos en un Estado de derecho. Sin embargo, no vamos a poder tener la conferencia. Hay un público que ha venido a escuchar y, por respeto a ellos y para no exponer su integridad, lo mejor será postergar esta conferencia”, declaró en un clip difundido en su cuenta de X, antes Twitter.
En mensajes posteriores, el parlamentario aclaró que seguirá “firme en la lucha contra la imposición del pensamiento único” y señaló que “los sanmarquinos que conozco no harían” eso. “No se engañen, ni engañen al resto, un grupo de violentistas ni por asomo representan a los estudiantes de la Decana de América”, añadió.
Muñante también estaría acompañado de Olga Izquierdo, quien saltó a la esfera pública por grabar un video en contra de los carteles inclusivos que colocó Lima Airport Partners (LAP) en las entradas de los baños del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, una acción que desencadenó el repudio del colectivo trans y organizaciones feministas.
A raíz de ese clip, Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositran) solicitó a LAP retirar los carteles al considerar que generan “confusión en los usuarios” y precisó que los símbolos “utilizados tradicionalmente” son “suficientes” para que estos puedan elegir ingresar a los “que les correspondan sin ninguna discriminación”.
La medida, celebrada en su momento por el legislador que se opone al enfoque de género y a la interrupción legal del embarazo, fue descrita por él como un “primer paso en la erradicación de absurdas políticas que colocan en indefensión a niñas, niños y adolescentes”.
La organización Manuela Ramos rechazó el requerimiento y consideró que, de concretarse, significaría un retroceso en el reconocimiento de derechos de la diversidad, mientras que Féminas denunció que su voz no fue escuchada por completo.
Denuncian censura
El evento de Muñante iba a realizarse, pese a que la UNMSM había impuesto restricciones a eventos críticos hacia el gobierno y sobre las manifestaciones contra la presidenta Dina Boluarte. En enero, la universidad emitió una circular que censuraba el auspicio de eventos de “proselitismo político”.
El Vicerrectorado Académico de Pregrado envió un documento, firmado por Carlos Francisco Cabrera, en el que prohibía el uso de auditorios y aulas para eventos políticos. A raíz de esto, se cancelaron presentaciones de libros críticos al gobierno, como “Estallido en los Andes”, además de conmemoraciones de manifestantes muertos y actividades sobre el allanamiento policial al campus.
La rectora Jeri Ramón ha sido clave en implementar estas medidas. Según Hildebrandt en sus trece, la directiva busca evitar cualquier evento potencialmente disruptivo para el gobierno. Concertar auditorios para eventos políticos ahora requiere condiciones adicionales, lo que complica su realización.
La comunidad sanmarquina La Higuerrilla denunció censura tras la cancelación de la presentación del libro “Nuestros Muertos”, una crónica sobre las víctimas mortales de las protestas antigubernamentales. Pese a gestionar permisos y obtener validaciones, la Facultad de Ciencias Sociales obstruyó la actividad, al alegar la falta de un convenio con la editorial Penguin Random House.