El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha destacado el compromiso “activo” de España, a través de políticas y recursos, para tratar de mitigar el impacto y las consecuencias de la guerra de Ucrania, sobre todo, en el el ámbito alimentario.
Sánchez ha participado este domingo junto a otros líderes mundiales en el grupo de trabajo dedicado a la seguridad alimentaria, ‘La comida no es un arma’, en el marco de la Cumbre sobre la Paz en Ucrania, celebrada durante los días 15 y 16 de junio en la ciudad suiza de Lucerna.
En este panel, celebrado a puerta cerrada, se ha hablado de que casi 282 millones de personas de 59 países y territorios padecieron niveles elevados de hambre aguda en 2023, lo que supone un aumento a nivel mundial de 24 millones con respecto al año anterior.
Durante cuatro años consecutivos, la proporción de personas que se enfrentan a la inseguridad alimentaria aguda ha permanecido persistentemente alta, superando notablemente los niveles anteriores a la pandemia.
En este contexto, “la agresión rusa contra Ucrania ha agravado la crisis de inseguridad alimentaria global”, ha informado Moncloa en una nota de prensa.
En concreto, España se ha comprometido “activamente”, con políticas y recursos, a tratar de mitigar el impacto y las consecuencias de esta crisis, a través de diferentes contribuciones.
En concreto, España contribuirá con 236,5 millones de euros en tres años para la Ayuda Oficial al Desarrollo; con 14,4 millones de euros para el Plan de Choque contra la Emergencia Alimentaria; con 100 millones de euros en garantías del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) para ayudar a municipios ucranianos y proteger la seguridad alimentaria; y con 2,3 millones de euros al Grupo de Respuesta a la Crisis Global sobre Alimentos, Energía y Finanzas a través de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Además, en el periodo entre 2021 y 2023, España presidió el Comité de Seguridad Alimentaria Mundial de las Naciones Unidas.
Asimismo, España acogerá la IV Conferencia Internacional de Financiación al Desarrollo el próximo año, que representa una oportunidad para abordar la movilización de recursos necesaria para poner fin al hambre y a la malnutrición a través de una transición justa del sistema de alimentos.