Pasarán otros cuatro años y tal parece que la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (Ptar) del Río de Oro, que trataría las aguas de Bucaramanga y Girón, se quedará en una promesa de campaña.
¿La razón? Este proyecto no se incluyó de manera explícita en el Plan de Desarrollo de Bucaramanga, tampoco en el Plan de Desarrollo de Santander, y es evidente una falta de articulación entre la Alcaldía, la Empresa de Alcantarillado de Santander (Empas) y el Gobierno Nacional, lo que se traduce en la falta de recursos para ejecutar el proyecto que tendría un costo aproximado de $1,2 billones.
El panorama no puede ser peor para el medio ambiente, para la quebrada La Iglesia, el río de Oro, el río Lebrija y el Magdalena, pues los desechos de unos 700.000 ciudadanos que residen en Bucaramanga y Girón seguirán vertiéndose a diario de manera directa a estos afluentes.
Además, estas ciudades y los mandatarios pasados y actuales quedarán en la historia por el incumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), metas que Colombia se comprometió a cumplir ante el mundo al 2030, para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y proteger el medio ambiente.
Adicional a ese incumplimiento, ocurre lo mismo con los ciudadanos, a quienes se les está tocando el bolsillo porque una parte del dinero de la tarifa que pagan por alcantarillado se destina a la construcción de la Ptar Río de Oro. Sin embargo, esos recursos no se ven aún en la materialización del proyecto.
¿En qué va la Ptar?
El gerente de la Empas, César Camilo Hernández, le dijo a Vanguardia que el proyecto de la Ptar del Río de Oro ya tiene diseños en fase tres, los cuales se socializaron con la Gobernación de Santander y las alcaldías de Bucaramanga y Girón. También se ha avanzado en la viabilidad técnica del proyecto para llegar al cierre financiero, es decir, el costo total y de dónde se apalancarían los recursos para que sea realidad.
Hernández agregó que se realizará un trabajo articulado con la Gobernación de Santander para radicar el proyecto ante el Ministerio de Vivienda y, a partir de ello, buscar la viabilidad que compone los recursos que aportaría la Nación para el proyecto.
De acuerdo con el Gerente de la Empas, con el apoyo de los parlamentarios de Santander se tienen proyectadas unas mesas de trabajo con diferentes ministerios para buscar los recursos. “En el Plan Nacional de Desarrollo está el proyecto y tiene una asignación presupuestal de $800.000 millones, pero se debe revisar ese recurso porque a veces hay ajustes y las metas no se cumplen por falta de dinero. Se busca asegurar que exista un porcentaje de inversión por parte del Gobierno Nacional y que desde la región nos unamos para realizar la gestión de recursos y lograr este proyecto estratégico”, explicó Hernández.
Si bien el Gobierno Nacional aportaría recursos, es necesario que Gobernación y alcaldías también se metan la mano al bolsillo para cofinanciar la obra.
Falta la articulación
El Gerente de la Empas indicó que desde la Gobernación hay voluntad para el aporte y búsqueda de recursos. Sin embargo, desde la Alcaldía de Bucaramanga no está tan clara esa posición.
Lo que proyecta la Alcaldía es la construcción de tres Ptar satélites en los sectores donde no presta el servicio de alcantarillado la Empas. Lo que sorprende, según afirmó el director del Instituto de Vivienda de Bucaramanga (Invisbu), César Augusto Cordero Cáceres, es que se tiene identificado solo un lugar donde se haría dicha Ptar y es en el norte de Bucaramanga, la cual trataría las aguas de unos 5.000 usuarios. Pero aún no se sabe dónde se construirían las otras dos.
Sobre la Ptar identificada, que ya tiene diseños, las obras se iniciarían en el 2025, costaría unos $40.000 millones pero la Alcaldía no tiene los recursos, es decir, no se sabe si será una realidad. Y si en ese estado está la única que se proyecta construir, las otras dos estarían en el limbo.
Con estas obras se pretende tratar el 12 % de las aguas residuales y, explicó Cordero Cáceres, la idea de construirlas ya se socializó con el Ministerio de Vivienda y fue bien vista como una solución debido a que esa misma cartera le dijo a la Alcaldía que no habían recursos para cofinanciar la del Río de Oro.
Así las cosas, si no existe coordinación interinstitucional ni aportes de recursos, el proyecto de la Ptar está más oscuro que las mismas aguas de La Iglesia y el río de Oro, a donde seguirán cayendo los residuos y matando día a día estos afluentes y toda forma de vida que exista en ellos.
Hay confusión en las metas del Plan de Desarrollo de Bucaramanga
El concejal de Bucaramanga, José David Cavanzo, manifestó que si el Gobierno Nacional incluyó en el Plan de Desarrollo la Ptar y ahora dice que no tiene recursos para apoyarla “sería un desplante más del Gobierno Petro con Santander y por eso lo que queremos es claridad, porque este proyecto quedó en el limbo”, insistió el cabildante.
Agregó que la Empas ya presentó los diseños, lo que significa que está listo el proyecto, pero “sin plata no la podemos hacer”.
Por su parte, el concejal Carlos Felipe Parra dijo que si bien se logró incluir la Ptar en el Plan Nacional de Desarrollo “sorprende que el Plan Municipal no, es increíble que eso suceda. No le pedimos al Alcalde que ponga el billón de pesos, pero sí estudios, estructuración, algo”, señaló.
Y añadió que la propuesta de las tres Ptar satélites es una irresponsabilidad climática, “se le hizo conejo a los electores, porque a ellos se les dijo tratamiento de aguas residuales, no se les dijo un poquito de tratamiento”, finalizó.
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