En los primeros seis meses de 2024 ya son 59 las personas que murieron en el AMBA por balas de las fuerzas de seguridad, de acuerdo a un informe que presentó el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales). “Es un problema que se está agravando”, alertó la organización de Derechos Humanos.
Sucede que, según las cifras del organismo, las muertes con estas características crecieron un 20 por ciento en el Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires, en comparación con el mismo período del año pasado.
Estos números son dados a conocer tras el homicidio de Bastián Escalante Montoya, un nene de 10 años que fue baleado por un policía de la Ciudad cuando andaba en bicicleta junto a su mamá en Wilde. El agente, identificado como Juan Alberto García Tonzo, abrió fuego contra un grupo de motochorros que habían intentado robarle y los plomos impactaron en el chico.
El hecho ocurrió el 11 de julio y, pese a que las pericias comprobaron que el policía disparó ocho veces y que dos de las balas impactaron en el cuerpo de la víctima, fue liberado 12 días más tarde. Tonzo, que no tenía antecedentes, fue imputado por homicidio cometido con arma de fuego en exceso de la legítima defensa.
Además, en el informe se señaló que “el 80% de las muertes son provocadas por agentes fuera de servicio”. O sea, policías que estando de civil se ven en situaciones en las que usan su arma. Muchos de ellos porque son víctimas de la inseguridad, otros casos por situaciones de violencia de género, entre otros. Pero el informe no especifica las causas.
El informe del CELS destaca que, “hasta 2023, la cantidad de personas muertas en hechos de violencia con participación de fuerzas de seguridad muestra una tendencia descendente”.
En cuanto a los particulares, avisaron: “Esta tendencia comenzó luego de un pico en 2014. Respecto a los funcionarios, el número se mantuvo relativamente estable en los últimos años y en el año 2022 se produjo una disminución que se revirtió en el año 2023″.
“De acuerdo con los datos recabados, en ambos grupos persiste un núcleo de muertes que el Estado no pudo reducir”, remarcó el organismo.
“Con algunas excepciones a lo largo del tiempo, históricamente la Policía Bonaerense concentra la mayor cantidad de hechos de violencia letal. En los últimos años, la creación de policías locales profundizó esta tendencia”, profundiza el trabajo estadístico.
Y luego alertaron: “Durante el primer semestre de 2024, la Policía de la Provincia de Buenos Aires fue responsable del 41% de las muertes registradas. Al mismo tiempo, a fines de 2016, la puesta en funcionamiento de la Policía de la Ciudad, que recibió a gran parte del personal de la Policía Federal, hizo que las muertes que acumulaba la Policía Federal se repartieran entre dos fuerzas”.
En tanto, señala que “el conjunto de las fuerzas federales (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria) fueron responsables de alrededor del 31% de las muertes registradas durante enero y junio de 2024″.
Los grupos más afectados
Entre enero y junio del 2024, el total de los particulares muertos por acción de funcionarios policiales fueron varones. El 79% tenía entre 15 a 27 años.
En tanto, la Ciudad de Buenos Aires concentra aproximadamente el 20% de la población del AMBA, mientras que el 80% vive en el Conurbano y el total acumulado registrado de particulares muertos por fuerzas de seguridad se distribuye en esa misma proporción.
En los últimos años, en tanto, el CELS observa una tendencia a concentrar mayor proporción de muertes en el Conurbano Bonaerense: desde 2011, cada año los casos registrados en el Gran Buenos Aires representan el 85%. Los valores recolectados durante enero y junio del 2024 respetan esta tendencia: el 88% de los casos ocurrieron en ese territorio.
Por otro lado, a partir del 2012, se registra una tendencia de aumento de víctimas muertas en hechos de violencia con funcionarios de fuerzas de seguridad que se encontraban fuera de servicio.
Entre enero y junio del 2024, el 80% de las muertes de víctimas civiles ocurrieron en hechos de violencia con policías que se encontraban fuera de servicio.
No hay que dejar de lado el incremento de hechos de inseguridad. Son muchos los casos en los que agentes que van a trabajar son abordados por delincuentes en el Conurbano y casi todos se defienden con su arma reglamentaria. Tampoco se puede desviar la mirada a los hechos de violencia de género, entre otros.
Las policías víctimas
Entre enero y junio, se registraron cuatro agentes muertos en hechos de violencia: el 50% pertenecían a la Prefectura Naval Argentina, el 25% a Marina, y el 25% a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.
Entre enero y junio, el 75% de los efectivos muertos fueron varones. Uno tenía 39 años, otro de 49 años, y el tercero, 64 años. La mujer policía tenía 34 años. Todas las muertes ocurrieron en el Conurbano y todos ellos estaban fuera de servicio.
Desde 1996 hasta la actualidad, la mayoría de los funcionarios fallecidos en hechos de violencia se encontraban fuera de servicio.