El Ministerio de Sanidad de Corea del Sur ha anunciado este domingo que aceptará un permiso para los médicos residentes que han renunciado a sus puestos en protesta por el plan del Gobierno de incrementar las plazas en los estudios de Medicina a condición de que regresen a sus puestos después de un año.
El Gobierno respalda así la decisión de la Universidad Nacional de Seúl de aceptar las solicitudes de permiso presentadas en masa por los 780 estudiantes de medicina –un 96 por ciento del total–, según informa la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El Ministerio insiste en la postura de que renunciar al puesto en solidaridad con el resto de estudiantes no es un motivo válido para el permiso, pero aceptará el mismo para “normalizar” la situación.
Sin embargo, ha advertido de que quienes no se presenten a sus puestos el año próximo serán sancionados e incluso podría retirárseles la licencia para ejercer.
Cinco organizaciones profesionales han publicado un comunicado criticando la medida del Ministerio por considerarla “anticonstitucional” y porque “atenta contra la libertad de los estudiantes y la autonomía de las universidades”.
Más del 90 por ciento de los 13.000 médicos residentes del país han renunciado a sus puestos en protesta contra el plan del Gobierno para incrementar el número de plazas de formación médica de las 3.000 actuales a las 5.000 para el curso que viene.
Los médicos alegan que la propuesta supone una carga insostenible dado que las universidades no tienen la capacidad para asumir el incremento de alumnos, una cuestión que tampoco soluciona la falta de incentivos de cara a las especialidades peor pagadas, como pediatría. Además, argumentan que las autoridades deberían centrarse en protegerles de las demandas por mala praxis.