La coordinadora humanitaria de la ONU para Sudán, Clementine Nkweta-Salami, ha anunciado este martes que el Gobierno de Sudán ha aceptado el acceso de ayuda humanitaria al país, afectado por el conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), a través de la frontera con Chad.
“Este es un paso bienvenido que facilitará enormemente los esfuerzos de la ONU y sus socios para llegar a las personas que necesitan urgentemente asistencia vital, y está de acuerdo con la Declaración de Yedá, que exige corredores humanitarios seguros y sostenibles garantizados por las partes en el conflicto”, ha señalado.
No obstante, Nkweta-Salami ha afirmado que continuará solicitando “más rutas viables de acceso humanitaria a todas las comunidades vulnerables”, ya que “no hay tiempo que perder”, según reza un comunicado compartido a través de su perfil en la red social X, antes Twitter.
Asimismo, ha indicado que está en contacto con las autoridades y aprtes pertinentes “para garantizar que se implementen procedimientos predecibles, responsables y oportunos lo antes posible” para que volver a poner en marcha los convoyes humanitarios.
El jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, ha reaccionado al mencionado anuncio que ha calificado de “paso ciertamente bienvenido”. “Las entregas de ayuda transfronteriza son un salvavidas para la población de Sudán. Seguiremos trabajando para garantizar el acceso humanitario a los civiles necesitados, dondequiera que estén”, ha agregado.
La guerra entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento del expresidente Omar al Bashir.
El conflicto ha dejado más de seis millones de desplazados internos –que se suman a los cerca de tres millones de desplazados previos– y ha empujado a más de 1,7 millones de personas a cruzar hacia países vecinos, lo que ha convertido a Sudán en la mayor crisis de desplazamiento en el mundo, según Naciones Unidas.