(Eduardo Parra – Europa Press/)
El sistema de pensiones en España está experimentando una serie de cambios graduales que afectan tanto la edad de jubilación como los años de cotización necesarios para acceder a la pensión completa. Estos ajustes, que comenzaron con la reforma de las pensiones en 2013, tienen como objetivo asegurar la sostenibilidad del sistema frente a una población cada vez más envejecida. A medida que nos acercamos a 2025, es crucial entender cómo estos cambios impactarán a los trabajadores que planean retirarse en los próximos años.
Cambios en la edad efectiva de jubilación
A partir del 1 de enero de 2025, la edad estándar para jubilarse en España sufrirá un nuevo ajuste. Aquellos trabajadores que hayan cotizado al menos 38 años y 3 meses a la Seguridad Social podrán retirarse a los 65 años con derecho a recibir la pensión completa. Sin embargo, si no se alcanza este periodo mínimo de cotización, la edad de jubilación se elevará a 66 años y 8 meses. Esta progresión continuará hasta 2027, cuando la edad estándar de jubilación se fijará definitivamente en 67 años para quienes no cumplan con los requisitos de cotización mínimos.
La reforma prevé que estas modificaciones se apliquen de manera escalonada, lo que implica que cada año se aumente ligeramente tanto la edad de jubilación como los años de cotización requeridos. Así, en 2025, se alcanzará un nuevo hito en este proceso de transición hacia una jubilación más tardía.
Años cotizados para el 100% de la pensión
Jubilarse no garantiza automáticamente el acceso al 100% de la pensión. En 2025, para poder cobrar la pensión completa, los trabajadores deberán haber cotizado al menos 36 años y 6 meses. Esta exigencia se mantendrá vigente hasta 2027, momento en el cual será necesario haber acumulado 37 años de cotización para acceder al total de la pensión. Es importante destacar que, para acceder a la pensión contributiva de jubilación, es obligatorio cumplir con dos requisitos clave: el periodo genérico y la carencia cualificada. El primero se refiere a haber cotizado al menos 15 años a lo largo de la vida laboral. El segundo exige que al menos dos de esos 15 años se encuentren dentro de los últimos 15 años previos a la jubilación.
La edad de jubilación anticipada también se verá afectada por estos cambios. En 2025, la jubilación anticipada voluntaria se retrasará hasta los 64 años y 8 meses para aquellos trabajadores que no hayan alcanzado los 38 años y 3 meses de cotización. Para quienes cumplan con este mínimo de cotización, será posible jubilarse anticipadamente a los 63 años. Este adelanto de la jubilación implica una reducción en el monto de la pensión, ya que se aplican coeficientes reductores por cada trimestre o año que se adelante la jubilación respecto a la edad legal.
La jubilación en 2025, un proceso de adaptación
Los cambios en la edad de jubilación y los años de cotización requeridos para acceder a la pensión completa forman parte de un proceso de adaptación que busca responder a los desafíos demográficos y económicos del país. La extensión de la vida laboral y el aumento de los requisitos para obtener la pensión completa reflejan la necesidad de garantizar la viabilidad del sistema de pensiones a largo plazo.
Además de los requisitos de edad y cotización, los futuros jubilados deben tener en cuenta otros factores que pueden influir en su pensión, como la base reguladora y la compatibilidad con otras prestaciones. La base reguladora se calcula a partir de las bases de cotización de los últimos años trabajados, y juega un papel fundamental en el cálculo de la pensión. Por su parte, la posibilidad de combinar la pensión con otras fuentes de ingresos, como un trabajo a tiempo parcial, dependerá de la normativa vigente en el momento de la jubilación.
