Después de intensas negociaciones y de haber retrasado el anuncio una semana, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha presentado este martes su propuesta de equipo de comisarios y vicepresidencias ejecutivas de cara a la próxima legislatura. La dirigente alemana ha encomendado a la socialista Teresa Ribera la vicepresidencia de la cartera de Competencia y la de Transición Verde y Social, una de las carteras con más poder real en la Unión.
La estructura del nuevo Ejecutivo, que deberá someterse ahora a la audiencia de la Eurocámara, cuenta con una mayoría femenina en sus vicepresidencias ejecutivas —cuatro mujeres y dos hombres— y con el Partido Popular Europeo como fuerza motriz. La alemana ha tenido que “remontar” con intensas negociaciones —o más bien presiones— con los Estados miembros para mitigar lo que iba a ser una mayoría aplastante de perfiles masculinos, pasando de un 22% de candidaturas femeninas a un 40%. “Entenderán que esto era inaceptable”, ha explicado la dirigente.
El nuevo gabinete, más personalista, no contará con nombres que se mostraron críticos con ella o que pudiesen hacerle sombra, como el español Josep Borrell, Paolo Gentiloni o Margrethe Vestager. El gesto más simbólico ha sido la recientemente salida del francés Thierry Breton, uno de los pesos pesados de la pasada Comisión, que retiró su candidatura alegando presiones por parte de la líder germana. A cambio, von der Leyen ha otorgado al candidato alternativo francés, Stéphane Séjourné, otra vicepresidencia ejecutiva importante, la de Estrategia Industrial y Prosperidad, responsable de la industria y las pymes en el bloque.
Quizás la menor de las sorpresas, pero la candidata popular y primera ministra estonia, Kaja Kallas, será la nueva Alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el tercer puesto con más peso en la Unión Europea junto a la presidencia de la Comisión y del Consejo Europeo.
Rumanía, que aceptó las peticiones de von der Leyen para presentar una candidata femenina, obtendrá la cartera de Empleo, Derechos Sociales y Educación de la mano de Roxana Mînzatu.
Un ministro de Meloni, propuesto para una vicepresidencia
El ascenso de la extrema derecha en los comicios europeos del pasado mes de junio y en los parlamentos nacionales también se materializará en puestos importantes. El ministro de asuntos europeos italiano, Rafaelle Fitto, será vicepresidente ejecutivo de cohesión y reformas, responsable de la cartera de política de cohesión, desarrollo regional y ciudades.
“Felicitaciones a Raffaele Fitto por su nombramiento como vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable de Cohesión y Reformas. Un reconocimiento importante que confirma el papel central redescubierto de nuestra nación dentro de la UE”, ha reivindicado en X la primera ministra italiana y líder de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni.
El resto del ‘equipo de Ursula’
El letón Valdis Dombrovskis, vicepresidente económico durante la pasada legislatura, asumirá en el próximo mandato la cartera de comisario de Economía y Productividad, que compaginará con la de Simplificación e Implementación. Por otra parte, el austríaco Magnus Brunner ha sido propuesto como futuro comisario de Interior y Migración.
El danés Dan Jorgensen como el próximo comisario europeo de Energía y Vivienda, mientras que la hasta ahora ministra de asuntos Exteriores belga, Hadja Lahbib, será la encargada de las operaciones europeas de protección civil y ayuda humanitaria.
La Comisaría de Servicios Financieros y la Unión de Ahorros e Inversiones recaerá, si es confirmada posteriormente por la Eurocámara, en la portuguesa Maria Luís Albuquerque; el griego Apostolos Tzitzikostas tendrá la cartera de Transporte; y la croata Dubravka Suica, hasta ahora vicepresidenta de Democracia y Demografía, tendrá una Comisaría nueva, la del Mediterráneo.
Von der Leyen adelantó días atrás que el este de Europa jugará un papel importante en Defensa y Seguridad y así ha sido, ya que el lituano Andrius Kubilius será el comisario de Defensa y Espacio.
Una vez presentado el llamado Colegio de Comisarios, el Parlamento Europeo emprenderá en las próximas semanas un análisis de sus conflictos de intereses, currículum, prioridades políticas y méritos de cada uno de los nominados para acceder al cargo; y puede vetar a uno o más candidatos si no les convence el perfil. No es un mero trámite: en 2019, la Eurocámara rechazó a tres candidatos.
De la fluidez de ese proceso parlamentario dependerá la fecha en la que la nueva Comisión Europea comenzará a ejercer sus funciones, que oficialmente está prevista para el 1 de noviembre.