La que era una extensa finca tabacalera propiedad de doña Sara, se convirtió en uno de los primeros proyectos de vivienda a cargo del Instituto de Crédito Territorial, ICT, en la comuna cuatro de Floridablanca.
El 22 de mayo de 1973, más de 50 familias recibieron la llave de su nuevo hogar y así nació el sector que responde al nombre de La Castellana. Este nombre lo eligió la empresa constructora Cinca debido a las condiciones del terreno y también para darle más ‘caché’ al proyecto, ya que Castellana es una de las avenidas más importantes de Madrid, España.
De aquel terreno complemento llano, florecieron docenas de viviendas multifamiliares que se vendieron como ‘pan caliente’. “Desde que llegamos a esta zona, siempre se ha caracterizado por ser un lugar lleno de tranquilidad” relató Miguel Ángel Portilla Parada, miembro fundador y actual presidente de la junta de acción comunal.
Actualmente, este barrio está situado entre las calles 112 y 117, en medio de las carreras 32 y 33. Uno de los ‘vecinos’ más cercanos es la segunda etapa del barrio Zapamanga junto con el sector del Niza.
En las escrituras y planos que muestran la planeación de este barrio de cinco cuadras, se podía apreciar que era un lugar ideal para los peatones. Y es que en la década del 70, nadie se puso a pensar que en la ‘ciudad bonita’ iban a circular más de tres millones de automóviles.
Tal motivo puso en ‘aprietos’ a algunas calles peatonales, más específicamente eran la 114 y la 115. Ambos corredores viales recibieron una denuncia y se estaba pidiendo que se desmontaran los jardines de las viviendas, pero gracias a la luchas de los líderes comunales se logró encontrar un punto medio.
Ahora ambas calles son peatonales vehiculares, por lo que las personas pueden circular a pie o sobre ruedas.
Se vive tranquilamente
Uno de los principales atractivos de este sector es su ubicación estratégica. “Uno camina 10 minutos y ya está en el Cacique, este lugar es muy central. Yo nací y me crié aquí, y 21 años después, mis papás siguen viviendo aquí” le comentó a Q’hubo, Kelly Natalia Chacón, jóven residente del barrio.
Del mismo modo, ‘los más sabios’ del sector están enamorados de la calma que se siente en sus calles. Matilde Rodríguez, residente que cumplió 44 años en el sector, define a su barrio como “un vividero donde gozamos de tranquilidad, no hay ruidos y el comercio es bueno. Además hay transporte para todas las zonas de la ciudad”.
Con calles limpias, espacios reformados y una malla vial casi perfecta, este territorio sí puede ser sinónimo de progreso comunitario. Tal vez no a la escala de las avenidas madrileñas, pero sí como un ‘paraíso florideño’.
Se va a inaugurará la gran ‘Casa Comunal’
Tras una inversión que alcanzó los 1.200 millones de pesos, el alcalde en ese entonces, Héctor Mantilla se comprometió a entregar un Salón Comunal para los habitantes del barrio La Castellana. Sin embargo, no sería hasta el 2022 que iniciaron los trabajos bajo la administración de Miguel Angel Moreno. Este lugar por fin fue construido a mediados de 2023 y cuenta con rampas de acceso, dos locales comerciales para el sostenimiento del mismo, una oficina, un gimnasio al aire libre y juegos infantiles. Para el próximo 2 de noviembre, la junta de acción comunal del barrio realizará la entrega de este espacio a la comunidad y se planea contar con la presencia del alcalde José Fernando Sánchez y el Banco Inmobiliario de Floridablanca.
La cancha quedó como nueva
Después de 18 años de espera, la comunidad finalmente vio cómo se realizó el cambio del suelo y enmallado, instalaciones de luminarias LED, habilitación de graderías y mantenimiento de los tableros y arcos de su cancha. Hace un año que se entregó esta restauración completa Los trabajos, que incluyen la restauración completa del campo y desde entonces sí se ha podido fomentar la práctica deportiva entre los jóvenes y adultos de la zona, y brindar un espacio seguro y cómodo para la recreación.
Si la vida te da limones…
Richard Alexander Buitrago se encuentra al lado del puente peatonal de La Castellana junto a múltiples bultos de cítricos provenientes de veredas de Girón, Lebrija y Piedecuesta. Desde las 8:00 de la mañana tiene disponible la venta y todo aquel que pasa por la carretera antigua se queda viendo el letrero que dice: “un bulto de limón en 10.000 pesos”.
Además de limón, también ofrece naranja y mandarina. Unas vienen de la vereda Chocoita y otras del sector rural de ‘la capital piñera de Colombia’.
Educación
En la calle 117 con carrera 33 del barrio La Castellana se encuentra la Sede B del Colegio Público Isidro Caballero, el cual recibe a gran parte de la infancia del sector, más abajo está ubicado el Colegio Metropolitano del Sur. También está el Colegio Integrado Santo Angel, el cual se ubica sobre la calle 113A, que ofrece servicios de preescolar y primaria.
Transporte
Por la carrera 32 y transitan diversas rutas de transporte público. Si desea movilizarse hacia Cabecera o el centro de Bucaramanga, encuentra la ruta número 14 de la empresa Transcolombia. Para ir a Cabecera puede tomar la buseta número 27 de la empresa Lusitania. Además, por el sector se movilizan rutas complementarias del Sistema Masivo Metrolínea como lo es el P1.
Seguridad
Siempre que hay una emergencia se puede llamar al CAI del Niza, eso sí, apenas hay una patrulla encargada para atender al llamado. También, la comunidad cuenta con 28 cornetas en buen estado, las cuales son manejadas por el Frente de Seguridad. Además hay presencia de cámaras de seguridad a cargo de los propietarios.
Plazas
La Castellana comparte plaza de mercado con la segunda Etapa de Zapamanga. Este recinto cuenta con 27 puestos funcionales y los comerciantes ofrecen una buena atención a su clientela. Las puertas están abiertas desde las 5:00 de la mañana y en el lugar le ofrecen de todo: frutas, verduras, carne, pollo, ‘cutes’ y hasta ‘guarapito’ fresco.
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Parques
“La construcción de la nueva Casa Comunal nos trajo un gimnasio al aire libre y una parque infantil para que los habitantes puedan pasar un rato agradable en familia” reveló Miguel Ángel Portilla, presidente de la JAC.
Vías
El tramo vehicular que cubre toda carrera 33, entre calles 112 y 117, es una completa ‘huecamenta’. Los habitantes del sector están preocupados porque hace más de dos años que les deben el ‘reparcheo’ de este corredor vial por parte de la administración municipal.
Fotografía y redacción: Felipe Jaimes Lagos.
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