Un niño de 10 años falleció en Arizona, Estados Unidos mientras realizaba una caminata en el South Mountain Park and Preserve.
Los familiares que acompañaban al menor informaron que este comenzó a presentar signos de deshidratación alrededor de las 14:00 horas locales el martes 2 de julio de 2024, lo que llevó a que los bomberos de Phoenix fueran alertados, según un comunicado del Departamento de Bomberos local.
“Los bomberos y miembros del equipo de rescate técnico, junto con oficiales de policía, alcanzaron al niño que estaba a casi 1.6 kilómetros del inicio del sendero”, se lee en el comunicado recogido por ABC News. El menor fue trasladado en helicóptero a una ambulancia, en la que fue llevado al hospital en condiciones “extremadamente críticas”. Poco después, el niño falleció.
Los bomberos de Phoenix confirmaron a la filial local de ABC News, KNXV-TV que es posible que la familia del niño no sea de la ciudad y que se encontraba de paseo, aunque de momento no está claro de dónde provenían.
Las altas temperaturas registradas en Phoenix jugaron un papel determinante en este trágico suceso. El Servicio Meteorológico Nacional de Phoenix reportó que el martes los termómetros alcanzaron 45 °C, aproximadamente 6 grados por encima del promedio para esa fecha. Phoenix es una de las ciudades más calurosas de los EEUU.
Según señaló la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, “el calor es la principal causa de muertes relacionadas con el clima” en el país. De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cada año ocurren alrededor de 1.220 muertes en Estados Unidos debido a enfermedades relacionadas con el calor, muchas de las cuales son prevenibles.
Durante episodios de calor extremo, el cuerpo intenta enfriarse mediante la sudoración. Sin embargo, si no se reponen adecuadamente los líquidos, puede producirse deshidratación, y la temperatura corporal puede seguir aumentando, lo que lleva a síntomas leves como quemaduras solares, erupciones cutáneas o calambres por calor, según los expertos.
Estos síntomas pueden progresar a agotamiento por calor, que incluye dolores de cabeza, mareos, calambres musculares, náuseas y vómitos. En casos graves, cuando la temperatura corporal alcanza niveles extremadamente altos, se puede llegar a un golpe de calor.
“Cualquier persona puede verse afectada por una enfermedad relacionada con el calor, pero algunas poblaciones tienen un riesgo mayor”, informó la CDC. Entre los grupos de mayor riesgo se incluyen los ancianos, infantes y niños pequeños, trabajadores al aire libre y personas con estatus socioeconómico bajo.
Para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor, la CDC recomienda mantenerse bien hidratado y permanecer en lugares con aire acondicionado. En caso de tener que salir al exterior, es aconsejable usar ropa ligera y holgada.
Los familiares del menor, la comunidad local y las organizaciones de rescate aún están lidiando con las consecuencias de este desafortunado incidente. “Estamos profundamente entristecidos por la pérdida de este joven y ofrecemos nuestras condolencias a su familia”, declaró un funcionario del Departamento de Bomberos de Phoenix.
Los detalles continúan siendo investigados por las autoridades, y la comunidad espera más información sobre cómo evitar futuras tragedias similares. El Departamento de Policía de Phoenix sigue trabajando para esclarecer los hechos, y se insta a los residentes a tomar medidas de precaución adicionales durante las olas de calor.