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El combate entre la italiana Angela Carini y la argelina Imane Khelif por los octavos de final de la categoría hasta 66 kilos en el nivel femenino del boxeo de los Juegos Olímpicos de París 2024 abrió un foco de noticia tras las declaraciones de la peleadora europea luego de optar por terminar su presentación segundos después de subirse al cuadrilátero del North Paris Arena. La pugilista de 25 años anunció su retirada cuando habían transcurrido poco menos de 50 segundos y tras la presentación volvió a reavivar un tema que ya en la previa había planteado un debate.
“Subí al ring e intenté luchar. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije basta”, expresó Carini según replicó el diario de su país La Gazzetta dello Sport. Un rato antes se había dirigido a su rincón, donde estaba ubicado su entrenador Emanuele Renzini, y había dicho: “Me dolió muchísimo, no quiero seguir”. Al bajar del cuadrilátero, se escuchó “no es justo”, según detalló el medio en cuestión.
“No soy nadie para juzgar o tomar una decisión, si esta chica está aquí debe haber una razón. Luché y subí al ring a pesar de las miles de polémicas que había, no soy nadie para juzgar. Sentí golpes muy fuertes, recibí golpes, soy una luchadora y mi selección lo sabe, soy alguien que aún ante el dolor nunca se detiene. Si paré lo hice sólo por mi familia. ¿Fue un combate irregular? No soy nadie para juzgarlo”, planteó la peleadora italiana.
¿Cuál es el trasfondo para que estas palabras despierten una discusión? Los estudios realizados a Imane Khelif expusieron un “nivel de testosterona más alto que el nivel medio de las mujeres”, según detalló el citado periódico italiano. “Para utilizar la terminología del Instituto Superior de Salud, es “intersexual”, es decir, tiene “variaciones innatas (presentes desde el nacimiento) en las características del sexo, que no entran dentro de las nociones típicas del cuerpo femenino”, detalló el periodista Antonino Morici en ese medio.
El detrás de escena es que Khelif –al igual que la taiwanesa Lin Yu-ting– habían sido excluidas por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) de las finales del campeonato mundial del año pasado en Nueva Delhi por no “superar las pruebas de elegibilidad de género”, según aclaró el diario El Español. Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional decidió optar por otro camino distinto al del organismo pugilístico y les permitió estar presentes en París 2024.
El presidente de la IBA, Umar Kremlev, había advertido que “a partir de las pruebas de ADN, hemos identificado a varios deportistas que intentaron engañar a sus compañeros haciéndose pasar por mujeres”. Y aclaró, según reprodujo el diario Marca de la agencia de noticias rusa Tass: “Según los resultados de las pruebas, se demostró que tienen cromosomas XY. Estos deportistas fueron excluidos de la competición”.
Khelif, subcampeona en el Mundial de Estambul del 2022 tras perder únicamente la final contra la irlandesa Amy Broadhurst, estuvo en Tokio 2020 pero en la categoría del peso ligero: venció en el debut a la tunecina Mariem Homrani pero cayó en cuartos de final contra la irlandesa Kellie Harrington. Su participación en París 2024 volvió a poner el foco sobre Khelif y se reavivaron unas declaraciones de la mexicana Brianda Tamara Cruz Sandoval tras perder en la final de un torneo del 2023: “Cuando peleé con ella lo sentí muy fuera de mi alcance, me lastimaban mucho sus golpes, creo que nunca en mis 13 años de boxeadora me había sentido así, ni en mis sparrings con hombres. Gracias a Dios ese día baje con bien del ring, y que bueno que por fin se dieron cuenta”, expuso en sus redes cuando se conoció que la atleta había sido excluida del Mundial.
A inicios de este 2024, la peleadora argelina de 25 años había difundido unas declaraciones en su Facebook tras el debate que se generó en torno a su descalificación: “Me dijeron que presentaba características que significaban que no podía boxear contra mujeres. Es un gran complot. Hay gente que ha conspirado contra Argelia para que esta bandera no sea izada y que no obtenga la medalla de oro”. Por entonces se detalló que la Federación Internacional de Boxeo (FIB) había tomado esta determinación porque no respetaba “los criterios de elegibilidad, pero el secreto médico impide comunicar las razones precisas de la decisión”.
Con todos estos antecedentes sobre la mesa, en Italia hubo un fuerte debate sobre los pasos que debía seguir Carini de cara a esta pelea del peso welter en París 2024. “Angela recibió cientos de mensajes, también en las redes sociales, invitándola a no pelear por su seguridad y a dar una señal de protesta”, afirmó a Gazzetta el director técnico Emanuele Renzini.
“No soy nadie para juzgar y no tengo nada contra mi adversaria. Tenía una tarea y la cumplí aunque ella no lo consiguiera. Todo lo que ocurrió antes no influyó en absoluto. No es una derrota para mí, estar aquí, pasar por esas cuerdas, es un honor”, aclaró ella. “Siempre he luchado como una guerrera, pero incluso las guerreras se rinden a veces. Cuando la batalla está perdida clavan la espada en el suelo, con honor. Y eso es lo que hice. No me rendí, simplemente me dije que no era mi momento. Tengo que aceptarlo y seguir adelante. No tengo miedo a nada después de la muerte de mi padre y si ha sido así es porque Dios y mi padre lo han querido así en este último kilómetro”, agregó.
Carini afirmó que “ya no respiraba” tras los golpes que recibió durante esos pocos segundos en el cuadrilátero y su coach contó que “tuvo un problema en los dientes hace unos días”. Al mismo tiempo que detalló: “Conocíamos a Khelif, no la considerábamos imbatible. Angela no subió al ring vencida, pero se preparó escrupulosamente. Verla salir así es decepcionante. La argelina está aquí porque el COI ha tomado esta decisión, que es muy difícil de tomar porque el caso es complicado, seguro que ella también habrá sufrido por todo lo que está pasando”.
Renzini, su entrenador, planteó que “hubiera sido más fácil no presentarse, porque toda Italia llevaba días pidiéndole que no luchara”, al mismo tiempo que aclaró que lo hizo porque estaba “motivada” pero que cuando salió su rival en el sorteo Carini expresó “no es justo”.
“Tras recibir un puñetazo, me dijo que no tenía ganas de pelear. Intenté decirle que al menos llegara al final del primer asalto para poder pelear, pero nada”, aclaró.
Mientras el tema recorre el mundo, el Comité Olímpico y Deportes de Argelia “condenó enérgicamente el comportamiento inmoral y la difamación” de Imene Khelif. “Tales ataques a su personalidad y dignidad son profundamente injustos”, agregaron en un comunicado que difundieron en sus redes sociales. “Toda la nación está detrás de ti, orgullosa de tus logros y del honor que traes a Argelia. Vamos a centrarnos en tu increíble talento y el arduo trabajo que has hecho para representar a nuestro país en el escenario global”, subrayaron.
El diario inglés The Guardian había dado a conocer días atrás que el sistema interno que el COI proporciona a los periodistas en París 2024 indicaba que Khelif había sido “descalificada apenas horas antes de su enfrentamiento por la medalla de oro contra Yang Liu en el Campeonato Mundial de 2023 en Nueva Delhi, India, después de que sus elevados niveles de testosterona no cumplieran los criterios de elegibilidad”. Algo similar a la referencia sobre Lin, sobre quien detallaban que había perdido “su medalla de bronce después de no cumplir los requisitos de elegibilidad basados en los resultados de una prueba bioquímica”.
La diferencia de criterios entre la IBA y el COI se debe a que el boxeo olímpico de París está organizado por la “Unidad de Boxeo París 2024 del COI”, que tiene “reglas más laxas que la IBA”, según afirmó el diario británico. “La IBA ha tenido prohibido organizar el torneo de boxeo olímpico en París debido a cuestiones de gobernanza y a una serie de escándalos relacionados con los jueces”, aclararon.
Tras la habilitación del COI, el portavoz del organismo Mark Adams habló sobre el tema: “Todos los que compiten en la categoría de mujeres lo hacen cumpliendo las reglas de elegibilidad de la competición. Son mujeres en sus pasaportes y queda establecido que se trata de mujeres. Estas deportistas han boxeado en numerosas ocasiones desde hace varios años. No acaban de llegar, boxearon en Tokio”, expresó según France 24.
Khelif enfrentará en la siguiente instancia, en cuartos de final, a la vencedora del duelo entre la húngara Luca Hámori y la australiana Marissa Williamson el próximo sábado. Mientras que este viernes se va a producir el debut de la taiwanesa Lin Yu-ting (desde las 10.30 de Argentina) en la categoría hasta 57 kilos contra la uzbeka Sitora Turdibekova.