David Ramiro
Redacción deportes, 24 may (EFE).- La Universidad Politécnica de Valencia, a través del programa UPV In, pionero a nivel universitario, está tratando de impulsar el deporte de personas con discapacidad a través de la inclusión mediante el fomento de ocho disciplinas deportivas para personas en silla de ruedas y con discapacidad intelectual.
El proyecto comenzó por medio de César Iribarren Navarro, director del área de deportes de la UPV, que vio la gran dificultad que tienen las asociaciones de deporte de personas con discapacidad, que no tienen en muchos casos acceso a instalaciones deportivas ni recursos económicos para llevar a cabo las actividades. Por ello, buscaron la forma de ceder sus instalaciones a cambio de poder exportar su imagen y ayudar a estudiantes y familiares de esos propios estudiantes o de los trabajadores y personal que conforman la universidad.
Entre los objetivos está el de promover la igualdad de género y el empoderamiento femenino iniciando y captando a las mujeres y niñas en el deporte, dotar a las personas con discapacidad de materiales para la práctica deportiva en igualdad de condiciones, fomentar el deporte paralímpico entre las personas con discapacidad, generar oportunidades laborales y favorecer la inclusión social en igualdad de condiciones con instrucción, formación y recursos adecuados.
“Estoy vinculado al fútbol en silla de ruedas y conocer esa realidad y las características y la propia idiosincracia del deporte adaptado me hace tener una sensibilidad especial con este tema. Ayudamos a la gente y fomentamos el deporte desde nuestra universidad, algo que nos hace estar orgullosos de la función social que hacemos”, confiesa a EFE César Iribarren.
Los deportes que se practican son la mayoría en silla de ruedas como el fútbol, la pelota valenciana, el ciclismo, el baloncesto, el rugby, el tenis y el pádel. Aparte también el baloncesto para discapacitados intelectuales.
“Las actividades las hacemos mediante convenios de colaboración con clubes de la zona, a los que cedemos material deportivo o se les ayuda con los viajes o el coste de entrenador. Colaboramos como una sección deportiva, se cofinancia. Intentamos minimizar el gasto que tienen que hacer los deportistas”, apunta Iribarren.
Algunos de los proyectos los coordinan deportistas relevantes como el ciclismo en silla, donde lo hace la atleta paralímpica Ruth Aguilar o el pádel en silla de ruedas, que cuenta con uno de los mejores del circuito nacional y mundial como es Topher Triviño.
En total, de este programa se benefician unas cien personas de unas 30.000 que conforman el ecosistema de la universidad en los tres campus que tienen en Valencia (24.000 personas), Alcoy (3.500) y Gandia (2.500).
“El balance es muy positivo porque ayudamos a gente con recursos económicos limitados, ya que muchos de estos deportistas no trabajan o están estudiando. En algunos caso lo pasan mal y les echamos un cable para que puedan practicar el deporte. Vemos y apreciamos que la gente está muy satisfecha y el deporte les vuelve a hacer competitivos”, subraya Iribarren, que cifra en unos 300.000 euros el presupuesto de todo el área para todas las modalidades deportivas que gestiona la universidad. EFE
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