(Desde Montevideo, Uruguay) – La Justicia uruguaya rechazó el pedido de Paraguay para extraditar al ex banquero Juan Peirano Basso, acusado por la quiebra del Banco Alemán Paraguayo (Grupo Velox). El empresario había sido detenido en enero en Uruguay porque pesaba sobre él una orden de captura internacional solicitada por Paraguay por dos causas que tiene abiertas en el país. Allí se lo acusa de haber desviado fondos por USD 37 millones.
Sin embargo, el juez uruguayo Óscar Suárez argumentó que los hechos por los que Paraguay requiere a Peirano ocurrieron entre marzo de 2001 y junio de 2002, lo que significa que ya prescribieron, informó La Diaria. Los cinco delitos por los que Peirano Basso podría ser condenado en Paraguay son la lesión de confianza, conducta indebida en situaciones de crisis, estafa y producción de documentos públicos de contenido falso. Sin embargo, no hubo ninguna solicitud de suspensión de los plazos de prescripción.
Peirano Basso era la cabeza del grupo Velox, propietario de varios bancos en la región y de otras empresas. Ese conglomerado estaba integrado por los bancos Velox en Argentina, Alemán en Paraguay, Montevideo en Uruguay, Trade and Commerce Bank en Islas Caimán y tenía parte de la cadena de supermercados en Santa Isabel en Chile.
En Paraguay, el acusado es investigado por una denuncia que hicieron los ahorristas del Fondo Mutuo Banalemán por delitos de lesión de confianza, conducta indebida en situación de crisis y promoción fraudulenta de inversiones. Por este mismo caso, ya se había extraditado a José Peirano Basso, el hermano de Juan.
Otro elemento que consideró Uruguay para rechazar la extradición es que Peirano Basso todavía tiene abierta la causa en Uruguay y el tratado de extradición de Estados Unidos prohíbe que la persona sea enviada a un tercer país sin haber culminado el proceso, salvo que esté expresamente habilitado.
Por esa causa, el ex banquero fue procesado por un delito de insolvencia societaria fraudulenta en calidad de autor por la quiebra del Banco Montevideo. La Fiscalía pidió una condena de nueve años de penitenciaría.
Su abogado, José Sellanes, advirtió que la condena aún no está firme. En declaraciones al medio uruguayo, expresó que coincidió con los argumentos del juez pero aseguró que todavía la sentencia puede ser apelada por Paraguay. Sin embargo, durante el proceso ese país tuvo una actitud más bien omisa ya que no designó abogados y los representantes de la embajada no se presentaron en la última audiencia.
Juan Peirano fue detenido en 2006 en Miami, donde estaba prófugo tras haber logrado la residencia permanente. En septiembre de 2008 fue extraditado a Uruguay. En 2009 fue procesado con prisión, pero dos años más tarde liberado por gracia de la Suprema Corte de Justicia, que argumentó que estuvo en prisión sin condena.
En junio de 2013, la Justicia condenó a tres de los cuatro hermanos con penas de entre seis y nueve años de prisión por la quiebra del Banco de Montevideo en 2002. No ingresaron en prisión porque ya habían estado de manera preventiva entre 2002 y 2007.
La sentencia judicial estableció entonces que los banqueros “llevaron a cabo actos dirigidos a ocultar o hacer desaparecer total o parcialmente” el patrimonio del Banco de Montevideo al transferir fondos a bancos de su propiedad en las Islas Caimán y Argentina. Estas decisiones incrementaron el riesgo de quiebra de la entidad financiera “más allá de lo razonable”.
Los banqueros fueron detenidos en Uruguay en agosto del 2002, en plena crisis del país. Su padre también fue arrestado y luego moriría en la cárcel, en 2003, mientras esperaba el juicio. Juan Peirano Basso, en tanto, se había ido a Estados Unidos pero ese país habilitó la extradición a Uruguay.