Armando Balza (38) llegó con su pareja en brazos a la Unidad de Pronta Atención (UPA) N°1 de Lomás de Zamora el viernes pasado. El hombre dijo que le llamó la atención que el auto de su mujer, conductora de una aplicación de viajes, no se moviera, fue a ver qué pasaba y la encontró malherida. Primero pensaron que la había matado en el marco de un robo, aunque horas después el caso dio un giro gracias a una cámara de seguridad de la zona de Villa Caraza, en Lanús, donde fue atacada la chofer.
Un ajuste narco, Balza, el novio de la víctima, que terminó detenido por alterar la escena del crimen y un homicida prófugo son las aristas de la investigación del crimen de Cintia Daniela Rojas (44), quien usaba su trabajo en la app de viajes como fachada para vender cocaína, según pudo saber Infobae.
Todo comenzó el viernes pasado, cuando Balza llegó a la UPA con Rojas malherida. Los médicos no pudieron hacer mucho por la mujer que llegó fallecida a causa de un shock hipovolémico producto de los más de 8 puntazos que le dio el homicida, según consta en el expediente a cargo del fiscal Martín Rodríguez de la UFI de Drogas del departamento judicial de Avellaneda – Lanús.
Balza había dicho que halló a su mujer en el interior de su auto, un Volkswagen UP rojo, en la esquina de Estado Unidos y Hernandarias, en Villa Caraza; y que, de inmediato, la trasladó al centro de salud. Una cámara de seguridad ubicada en esa zona lo desmentiría.
Las imágenes mostraron que un sospechoso estaba en esa esquina cuando llegó el auto de Rojas ese viernes por la noche. El hombre se acercó. “De pronto, comenzó a verse cómo metía y sacaba la mano por la ventanilla de la conductora del coche: la estaba apuñalando”, según las fuentes consultadas por este medio. Luego, huyó.
Una puñalada en el cuello y otra en la zona derecha del tórax fueron las heridas por las que murió Rojas, según la autopsia que ya fue incorporada al expediente.
Los investigadores vieron también en ese video cosas que Balza no había dicho. “Cuando llegó al lugar, sacó un bolso del coche y corrió el vehículo de la escena del crimen”, describieron. Ante esto, quedó detenido por encubrimiento agravado del crimen y tenencia de drogas con fines de comercialización.
Es que en el allanamiento de urgencia que hicieron en la casa de Balza hallaron el bolso “con más de 27 dosis de cocaína y dinero”, y en la propiedad también encontraron “otros 170 papelitos”, indicaron sorprendidos ante la cantidad de estupefacientes que tenía la pareja para la venta al menudeo.
Por lo pronto, Balza será indagado este lunes por el fiscal Rodríguez.
En ese contexto, los investigadores lograron determinar que Rojas usaba su trabajo como chofer de una aplicación de viajes como pantalla para vender estupefacientes y que el crimen fue en el marco de un ajuste de cuentas narco.
Incluso, los investigadores hallaron una huella dactilar en el coche de la víctima y se esperanzaron que podía ser del homicida. Sin embargo, ese rastro estaba en la puerta del acompañante, no en la del conductor. Luego de identificarlo, y cuando dieron con el hombre en cuestión, constataron que se trataba de un consumidor de estupefacientes, que confirmó que la pareja le vendía cocaína.
Mientras tanto, ahora la búsqueda está avocada a dar con el homicida.