Víctimas de una presunta estafa han pedido a la Audiencia Nacional (AN) que investigue el supuesto fraude de más de 300 millones de euros cometido por Madeira Invest Club, una plataforma de inversiones que ayudaría a las personas a reducir su carga tributaria.
Desde Aránguez Abogados, que representan a algo más de 500 afectados, explican que el CEO de la plataforma era Álvaro Romillo, que se plesentaba bajo el alias CriptoSpain. “Alardeaba de ser un gran experto en elusión fiscal y conocedor de criptomonedas”, explica en su denuncia.
Con ese “discurso persuasivo y través de su marca convenció a más de 27.000 personas para que accedieran a su club privado de inversores denominado ‘Madeira Invest Club'”. “En el mismo prometía increíbles rendimientos en base a inversiones que denominaba obras de arte (relojes, coches de lujo, inmuebles etc)”, apunta la denuncia.
Con ello, según Aránguez Abogados, “ha generado un fraude cuya cuantía global aún no ha sido calculada, pero que según las primeras estimaciones supera los 300 millones de euros”.
“Dicho opaco modelo de negocio dejó de funcionar hace apenas unos días, cerrando todas sus cuentas”, indica el despacho, que sostiene que se trata de una estafa. Y apunta, al respecto, que el entramado “cuenta con una advertencia al público en fecha 22 de mayo de 2023 por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores que lo tilda como chiringuito financiero”.
UNA SEGUNDA DENUNCIA
Por su parte, Zaballos Abogados ha anunciado que presentará este mismo martes en la Audiencia Nacional otra denuncia después de haber recibido “más de 300 solicitudes” de afectados. Según sus calculos, en España los estafados superan las 2700 personas y el fraude alcanzaría los 600 millones de euros.
“Los afectados ingresaban en un supuesto club financiero de inversores. Entrar en dicho club no era barato, tenían que desembolsar la cantidad de 2000 euros al año. Éste era el gancho para ofrecerle todo tipo de publicidad agresiva y marketing falso, con el objeto de atraparlos en inversiones de una media de 100.000 euros”, sostiene el despacho en una nota de prensa.
En esta línea, explica que “los pagos por estas inversiones se hacían en transferencia bancaria, en criptomonedas e incluso depositando dinero en una caja fuerte que estaba en Madrid”.
“Algunos de ellos consiguieron retirar dinero, pero la mayoría han quedado atrapados en unas inversiones que no existen y que ponen de manifiesto que se trata de una estafa piramidal. El dinero de los últimos que iban entrando servía para aparentar una rentabilidad a los primeros que entraron en el sistema. La rentabilidad que prometían estaba en torno al 30 %”, concluye.