“Yo solo quiero que regrese Moro porque no conoce otra palabra que no sea amor en mi casa, es uno más de la familia”, afirmó María José, una vecina del barrio porteño de Almagro, que sufrió el robo de su bulldog francés a manos de dos delincuentes el pasado sábado. El perro fue robado cuando la mujer lo dejó atado en la puerta de una farmacia de la zona, mientras compraba un medicamento. Hasta el día de hoy no hay novedades sobre el paradero del perro. Tampoco se pidió un rescate por el animal.
Fuentes policiales consultadas por Infobae precisaron que personal de la comisaría Vecinal 5A se desplazó a la farmacia ubicada en la esquina de avenida Rivadavia y Maza al recibir una denuncia por el robo de una mascota.
Una vez en el lugar del hecho, el oficial a cargo entrevistó a la damnificada, quien declaró que en momentos en que ingresó a la farmacia, dejó atada a su mascota, un perro de raza bulldog francés negro con manchas blancas, en unos ganchos ubicados en la puerta de ingreso que el negocio tiene para tal fin. Pero al finalizar el pago del remedio que precisaba, María José notó que Moro ya no estaba donde lo había dejado unos minutos antes.
Este martes, poco antes de que se cumplieran 72 horas del robo de Moro, la dueña del perro dialogó con el canal de noticias TN y rogó que le devuelvan a su mascota.
“Esto fue el sábado 1 de junio, entre las 14.10 y 14.30. Yo llamé a la Policía a las 14.34. Las personas (de la farmacia) me hicieron el recorrido hasta la estación del subte de Loria, que está a una cuadra, con sentido hacia San Pedrito. La Policía los pudo seguir con las cámaras del subte y salen a la superficie en Acoyte y Rivadavia, y ahí les perdieron el rastro”, lamentó la dueña de Moro, con evidente angustia por la sustracción del animal.
Gracias a las imágenes captadas por una cámara de seguridad instalada en el interior de la farmacia, se pudo constatar que fueron dos los delincuentes que se llevaron a Moro: uno de ellos actuó de campana y el segundo concretó el robo.
“Eran dos personas. Yo no me di cuenta, pero cuando lo estaba atando a Moro, uno de ellos, de remerita blanca, ya me estaba viendo y se colocó detrás del paredón. Yo al perro lo veía, pero cuando me di vuelta para agarrar el medicamento y me dirijo a la caja, ya no lo vi más. El cómplice que viene atrás cruzó el semáforo en rojo y me agarró el perro”, detalló la damnificada.
Acompañada por sus dos hijas, quienes lucían visiblemente tristes por el robo de su mascota, María José contó que Moro “todavía es un bebé y se da con cualquiera”, lo cual facilitó el accionar de los asaltantes.
Consciente de que los perros de raza bulldog francés son de los que más buscados por los ladrones de perros, María José se tomó el tiempo para fijarse cuánto dinero suelen pedir por ejemplares similares a Moro.
“Estuve viendo en Mercado Libre y en Marketplace, y por este tipo de perros piden entre 700.000 pesos y un millón”, se lamentó.
No obstante, María José y su familia continúan la búsqueda de su mascota y están dispuestos a pagar la recompensa que les soliciten para reencontrarse con Moro: “Lo estoy difundiendo en todas las redes que puedo. Mucha gente me está ayudando a compartir. Ofrezco recompensa. Yo solo quiero que regrese Moro porque no conoce otra palabra que no sea amor en mi casa. Él siempre nos estaba esperando a nosotros, dormía con nosotros en su cucha. Por favor, les pido que me lo regresen”.
La investigación del hecho quedó en manos de Marcelo Munilla Lacasa, fiscal subrogante de la Fiscalía Criminal y Correccional N°27.
