Pedro Rony Ruiz Saldaña, originario de Tarapoto, ingresó al Hospital Nacional Hipólito Unanue, ubicado en Lima, en noviembre de 2022, con la esperanza de una rápida recuperación. Sin embargo, lo que esperaba ser una operación sencilla se convirtió en una pesadilla que lo dejó con una pierna más corta que la otra, el largo de la pierna derecha del hombre se diferencia de 10 centímetros de la otra extremidad
Desde entonces, ha pasado más de 500 días en el nosocomio, luchando por lo que él considera justicia. Con cada día que pasa, su desesperación y su sensación de estar atrapado en una situación injusta crecen.
Ruiz Saldaña, un exmilitar dedicado a la agricultura del café, ha visto cómo su vida ha dado un giro inesperado. Desde su cama, en la sala de traumatología, recuerda los días en los que navegaba por el río Huallaga con sus amigos, una vida que ahora parece lejana e inalcanzable.
Dejó su vida y ahora se siente secuestrado
Su entrada al hospital fue el resultado de un incidente violento en el que recibió un disparo en la pierna. Después de una operación de emergencia en Tarapoto, fue trasladado al Hospital Hipólito Unanue en Lima, donde su calvario comenzó.
Según su abogado, Mario Arriba, el hombre fue sometido a una serie de procedimientos médicos que no solo no mejoraron su condición, sino que la empeoraron. Lo que se suponía que era una operación rápida y sencilla resultó en la ruptura de una placa en su pierna y la posterior necesidad de más intervenciones quirúrgicas.
“Llegó aquí por ser víctima de un accidente, lo asaltaron, ya había sido intervenido y dado de alta, pero el médico lo remitió al terapeuta, quien accidentalmente le fracturó la pierna. Sin dar aviso, lo llevaron nuevamente al quirófano y lo operaron de nuevo, asegurándole que le removerían un fragmento de cadera para el injerto, lo cual resultó ser falso; en su lugar, le cortaron un trozo de fémur”, dijo la defensa.
Respuesta del hospital
El hospital, por su parte, defendió sus acciones, argumentando que el paciente llegó con una fractura compleja causada por un proyectil de arma de fuego. Afirman que la ruptura de la placa ocurrió debido al peso que Ruiz Saldaña colocó en su pierna, no durante el tratamiento médico.
“Se le realizó la operación, se colocó la placa y posteriormente fue enviado a terapia para recuperar la movilidad del miembro afectado. En un determinado momento, la placa se rompió; es importante aclarar que esta fractura no ocurrió durante la terapia, sino cuando el paciente comenzó a cargar peso sobre la pierna intervenida. Si un paciente no carga peso sobre la pierna operada, la placa no se rompe”, afirmó el Director General del Hospital, Carlos Alberto Bazán.
Un ambiente hostil
Sin embargo, la víctima y su abogado sostienen que fue de negligencia médica y malos tratos por parte del personal del hospital. Aseguran que se le obligó a firmar consentimientos para procedimientos quirúrgicos sin una comprensión completa de lo que implicaban.
Domingo al Día intentó hablar con Ruiz Saldaña para obtener su versión de los hechos, pero las autoridades del hospital no lo permitieron. Las únicas palabras que pudo dirigir a los medios fueron a través de la ventana de un baño, una situación que refleja la falta de transparencia y comunicación en este caso.
El jefe de prensa del Hospital Hipólito Unanue, Jhony Carrasco, desestimó las acusaciones de Ruiz Saldaña, sugiriendo que sus quejas son infundadas y que sus acciones han llevado a restricciones en la comunicación de los pacientes. “Por culpa de ese señor y por culpa de ese señor y su actitud, hemos tenido que optar por que los pacientes ya no tengan su celular”.
A pesar de los intentos de conciliación por parte del hospital, el hombre se mantiene firme en su búsqueda de justicia. Vive en la sala de traumatología, dependiendo de las donaciones de otros pacientes para sobrevivir, mientras espera que su caso se resuelva.