Juan Gómez-Acebo, hijo de la infanta Pilar y sobrino del Rey Juan Carlos, fallecía el pasado 13 de agosto en Palma de Mallorca a causa de un cáncer a los 54 años, tan solo cinco meses después de la muerte de su hermano menor, Fernando. Un durísimo golpe para su familia, encabezada por sus hermanos Simoneta, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo, que optaban por despedir al artista en la más estricta intimidad en la isla balear con la Reina Sofía como único representante de la Familia Real a pesar de la especial relación que tanto su tío como su primo el Rey Felipe VI tenían con el fallecido.
Y aunque en un primer momento estaba previsto que el funeral en su memoria y su posterior entierro en el panteón familiar del cementerio de San Isidro se celebrase el 15 de agosto, sus hermanos tomaron la decisión de retrasar varias semanas el último adiós a Juan para que todos aquellos a los que su muerte sorprendió de vacaciones fuera de la capital -en el caso del Rey en la toma de posesión del presidente electo de Santo Domingo, en República Dominicana- pudieran estar presentes en su despedida.
Un funeral que tendrá lugar este domingo 8 de septiembre en la Catedral Castrense de Madrid -igual que su hermano Fernando- y que supondrá el reencuentro público de los Reyes Felipe y Letizia con Don Juan Carlos, que como adelanta ‘¡Hola!’ ya ha confirmado su asistencia a la misa y posterior entierro de su sobrino, viajando desde Abu Dabi para dar su último adiós a Juan, al que estaba muy unido.
Además de los Reyes y el Emérito, también asistirán al sepelio la Reina Sofía, la infanta Elena y la infanta Cristina, que arroparán en este durísimo trance a Simoneta, Bruno y Beltrán Gómez-Acebo y escenificarán, al igual que hicieron en el funeral de Fernando en marzo, la cordialidad que reina en la Familia Real y que ya pudimos ver en la boda de Victoria López Quesada con la llegada de Don Felipe con su hermana Cristina.