“Su hijo, Adrián Flórez, murió en Perú”. La noticia llegó hasta su propia casa en el barrio Cristal Bajo, en Bucaramanga. En la noche del 2 de diciembre, un policía de la Seccional de Investigación Criminal de Bucaramanga hizo un llamado a su puerta y después, no tuvo otra opción que confesarle a la madre la razón de su inesperada visita.
El joven de 22 años había sido arrollado por una camioneta en la ciudad de Chimbote en Perú, el pasado 5 de noviembre. “Al parecer, el conductor se dio a la fuga. No saben cómo ocurrió realmente todo”, contó una de las hermanas de Adrián.
Las autoridades lograron trasladarlo a un hospital cercano. Sin embargo, dos horas después murió. Su cadáver llegó a una morgue. Allí pasó tres días mientras forenses elaboraban el dictamen preciso de su fallecimiento.
Sin embargo, su amarga travesía no paró ahí. El cuerpo del bumangués fue llevado a una casa de beneficencia, en donde terminan múltiples cadáveres de aquellos que no tienen familiares en Perú o no han sido reconocidos.
Pese a su buena intención, la misma funeraria terminó entregando los restos de Adrián Flórez a las autoridades el pasado 27 de noviembre. Lamentablemente, en Perú tomaron la determinación de enterrarlos en una fosa común.
“Intentamos de mil maneras contactarnos el día de ayer con esta funeraria, pero no teníamos ninguna noticia. Todo cambió hoy, cuando me informaron que a mi hermano lo enterraron el día 27 de noviembre. Infortunadamente, no pudieron esperar más a sus familiares”, contó una de sus hermanas.
Con el clamor a flor de piel, esta familia bumanguesa ha extendido su petición para recolectar fondos que ayuden a la repatriación y exhumación del cuerpo de Adrián. “Si alguien desea ayudar con esta causa, se lo agradeceríamos toda la vida. Lo único que deseamos es que mi mamá pueda darle el último adiós como él lo merecía”, confesó su familiar.
De manera que si quiere sumarse a esta buena causa, puede donar voluntariamente al siguiente número de Nequi: 316 6976917.
Desde el 20 de agosto de este año, exactamente, Adrián Flórez abandonó su casa en el Cristal Bajo en donde vivía con su madre y otra hermana. No dio razones de nada. Era un comportamiento habitual en él. Solía irse por varios días, pero siempre escribía o regresaba.
Aunque había comentado que quería encontrar mejores oportunidades en otro país, sus familiares nunca se enteraron de sus planes exactos. No sabían que su intención sería trabajar en Perú.
“Él siempre solía irse, pero así como decía adiós, también se comunicaba con el paso de los días. Esta vez fue diferente, pero nadie imaginó que nuestro hermanito muriera”, contó su familiar.
La entrada Adrián Flórez, el bumangués que murió en extrañas circunstancias en Perú: estaba desaparecido se publicó primero en Q’hubo Bucaramanga.