En un hospital de la ciudad de Walnut Creek en el estado de California, Estados Unidos, permanece en delicado estado de salud María Paula Peña Contreras, una joven santandereana que fue víctima de un brutal ataque de dos perros American Bully XL.
Sus familiares desde el barrio Giraluz en Girón, Santander, le contaron a Q’hubo el doloroso drama que esta joven de 27 años afronta desde el pasado lunes, 24 de junio, cuando por poco pierde la vida en las fauces de los feroces animales.
Aquel día, sobre las 8:30 p. m., María Paula llegó de su trabajo de niñera a descansar a su vivienda en la ciudad de Concord, California. Como era costumbre, se acercó a saludar a los perros de la raza en mención que ella misma había criado.
“Empezó a jugar con los perritos y no sabemos qué pasaría, porque reaccionaron así, pero la atacaron brutal. Ella gritó fuerte, pidiendo ayuda, hasta que los vecinos salieron y no fueron capaces de que los animales la soltaran. Llamaron al 911 y la Policía tampoco era capaz, hasta que ella les dijo que les dispararan y fue la única forma”, relató Paula Andrea Contreras, madre de la afectada.
La víctima fue llevada de urgencia a un centro médico en donde enseguida fue sometida a una intervención quirúrgica que se prolongó por cuatro horas.
“Le pusieron grapas porque tenía heridas por todo lado, botaba mucha sangre. Los perros la atacaron en el cuello, en los senos, brazos, la espalda, la cola y manos; solo se salvó la cara porque ella se protegía con los brazos, de resto la mordieron toda. Tal fue que hasta se le quedó viendo el hueso del codo y la piel le quedó colgado”, añadió la progenitora.
Durante las primeras horas posteriores al ataque, Peña Contreras fue intubada y llevada a la UCI. En la madrugada del día siguiente, su familia en Colombia se enteró de lo sucedido por cuenta de un amigo de la joven.
“Hasta el viernes pasado ella se despertó y le quitaron el tubo. Emocionalmente está muy mal, se la pasa llorando y solo podemos hablar cada vez que va una amiga a visitarla al hospital de Walnut Creek, a donde la trasladaron“, expresó.
Al ver el complejo estado en el que se encuentra su hija, Paula Andrea no lo dudó e inició desde la semana pasada todos los trámites para obtener una visa que le permita viajar a Estados Unidos y poder acompañarla.
“El Hospital John Muir Health nos envió una carta en la que nos requieren para estar acompañando a mi hija, porque también deben hacerle otra cirugía. Pasamos los papeles con la Cancillería y enviamos la solicitud de la visa de turismo en la Embajada de Estados Unidos, no dieron la cita hasta el 2026 y nos negaron la cita de emergencia”, contó la madre.
La familia pide ayuda a las autoridades migratorias colombianas para que intercedan por ellos y puedan agilizar el trámite.
“Yo no pretendo quedarme de ilegal, sin me dicen 30 días ese tiempo estoy allá acompañando a mi hija. Estamos viviendo duros momentos y pedimos que se pongan la mano en el corazón porque ella sigue viva es de milagro”, concluyó.
María Paula viajó desde hace seis años a Estados Unidos y desde entonces no ha podido reencontrarse con sus seres queridos.
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