Segundo Simeón Silva Atuesta había comprado, con la ilusión que tiene un niño con un juguete nuevo, un vehículo de transporte de turismo para la compañía en la que trabajó por años: Copetrán. Hace mes y medio, lo adquirió. El vehículo, de matrícula NTN 669 y número interno 12300, se convirtió en un proyecto para este conductor ‘vieja guardia’.
Hace ocho días le había dicho a su primo César Atuesta que quería medir los gastos de su nueva inversión. Su familiar le había aconsejado seguir conduciendo sus vehículos antiguos, pero Segundo Simeón estaba entusiasmado con su adquisición y quiso probar suerte con su tercer bus.
No imaginó que su ensueño terminaría en una tragedia. Sobre las 10:56 de la noche del pasado jueves 12 de septiembre, el vehículo que conducía Segundo Simeón Silva se volcó en un barranco en la vía San Roque a Santa Isabel que comunica los municipios de Curumaní y Chiriguaná en el departamento del Cesar.
El conductor de 61 años murió ipsofacto dentro de su vehículo. No hubo posibilidad de rescate o reanimación.
De los 39 pasajeros que movilizaba desde Maicao, La Guajira, a Bogotá; dos mujeres fallecieron. Sus identidades aún se desconocen. Respecto a los heridos, las autoridades revelaron sus nombres: Mayerli del Carmen Zuleta Vanegas, Yoseannys Vallecillo, Juan Carlos Yunis Castellanos, Víctor Alfonso Penagos Rodríguez, Katherine Castillo, José Leonicio Ojeda, David Ipuana y Verónica José Medina Núñez.
La mayoría presenta politraumatismos y recibe atención médica en los hospitales de Chiriguaná y Curumani.
Sus familiares no saben qué pasó. Segundo Simeón, de 61 años, había empezado a manejar desde su adolescencia. “Era un conductor muy prolijo. Responsable. El cuidado de sus vehículos era el mejor. La verdad es una tragedia inimaginable para nosotros, sus seres queridos”, dijo Atuesta, su primo.
El siniestro vial fue atendido por el personal de bomberos, Cruz Roja, equipos de paramédicos y la inspectora de policía de la zona. Las autoridades no tienen clara la causa del hecho.
Homenaje a un gran conductor: Simeón Silva, el santandereano que fue socio de Copetrán
Segundo Simeón Silva Atuesta solo hizo dos cosas con devoción en su vida: conducir y amar a sus nietos. Originario de Vélez, Santander, este hombre se dedicó al gremio de transportadores desde que tuvo memoria. Sus familiares y antepasados también fueron conductores por décadas.
Por la familia Atuesta siempre ha corrido el ímpetu de medírsele a la carretera. A un solo año de pensionarse, Simeón seguía enamorado de los trayectos y los vehículos. “Solo había una cosa que amaba más que el gremio: sus dos nietas menores de edad. Sus tres hijos grandes ya viven en otros países; pero él siempre fue un excelente papá y abuelo”, dijo su familiar.
Este santandereano, de pura cepa, no solo era conductor y propietario de tres vehículos; también fue socio de Copetran y sus familiares ocuparon puestos de relevancia en la compañía. Uno de ellos fue Mauricio Atuesta, quien dirigió por 7 años la empresa de transportes y falleció por secuelas del Covid-19.
Seres queridos, conductores de Copetran y el gremio de transportadores le rendirán un sentido homenaje a Segundo Simeón Silva por su gran trayectoria en la profesión. “Fue una gran persona, solo podemos estar agradecidos por haber compartido tiempo con él”, aseguró su primo, César Atuesta.
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