Una fotografía que circuló en grupos de WhatsApp en la tarde del pasado jueves, 29 de agosto, mostrando el cuerpo de un hombre sin vida tendido en el suelo alarmó a la comunidad de la vereda Bajo Sicué, a unas dos horas del casco urbano del municipio de San Pablo, sur de Bolívar.
Sobre las 4:30 pm, los rumores sobre el hallazgo del cadáver en medio de una carretera destapada se confirmaron. Los residentes, atónitos y temerosos, informaron a las autoridades que pudieron constatar el crimen.
Según la Policía del Magdalena Medio el cuerpo del occiso presentaba varios disparos en la cara y en diferentes partes de su cuerpo.
“De manera inmediata se tomó contacto con varios moradores del sector para confirmar la veracidad de los hechos reportados, donde manifiestan que efectivamente había un cuerpo sin vida. Se le informa a los funcionarios de Policía judicial y se coordina con la funeraria para el traslado del occiso al cementerio municipal. Se observa que el cuerpo presenta varias heridas de arma de fuego a la altura de su pecho y cara”, informó la Policía.
La víctima fue identificada como Dyango Yesid Benavides Cáceres, de 35 años. Según versiones extraoficiales, el crimen ocurrió momentos en que el hombre se transportaba en una motocicleta, de placas XHT 17D, y habría sido abordado por hombres armados que acabaron con su vida.
“Lo que se dice es que él va en la moto y lo cierra, varios tipos armados lo bajaron del vehículo y le disparó varias veces”, relató un testigo.
Cáceres era conocido en la zona y se desempeñaba como conductor de vehículos de transporte de carga y encomiendas desde San Pablo hasta Bucaramanga. Según la Policía, en abril pasado había sido capturado por el delito de lesiones personales.
Aunque se desconocen los móviles del homicidio, las autoridades indicaron que la vereda Bajo Sicué, se encuentra bajo la influencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), grupo armado que ha impuesto un clima de violencia en la región.
Otro homicidio
La crisis de violencia en el sur de Bolívar se agudiza con hechos que mantienen a la población en medio del miedo. Unas horas antes del asesinato de Dyango, ya se había reportado la muerte un hombre de 36 años, identificado como Olver Flórez Avendaño.
El crimen ocurrió en el Puerto fluvial de Piedrandela, jurisdicción del municipio de Simití, momentos en que la víctima fue interceptada por sujetos mientras se movilizaba por el río Morales en un motor de canoa.
“El muchacho era conductor de motor de canoa, así se ganaba la vida. Él iba en la embarcación por uno de los brazos del río, llegaron dos tipos en canoa, lo hicieron pasarse a otra embarcación y luego lo encontraron muerto en una zona cercana en medio de un matorral”, relataron testigos.
Hasta el momento se desconocen los móviles de este hecho de sangre. Organizaciones sociales han alertado por la crisis humanitaria que se vive en el sur de Bolívar con ocasión de la violencia que ejercen grupos armados ilegales.
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