El hallazgo de un cadáver en la zona rural de Tibú ha reavivado la zozobra y el temor entre los habitantes de este municipio de Norte de Santander.
La comunidad, que ya se había acostumbrado a la tranquilidad, ahora se enfrenta nuevamente a la incertidumbre y el miedo por estos acontecimientos. El más reciente hecho dejó como víctima a un expolicía, aumentando aún más la tensión en la región.
El jueves, a las 7:00 de la noche, algunas personas que transitaban por la vía que conduce de Cúcuta a Tibú, a la altura de la vereda Petrólea, se percataron de la presencia de un cadáver.
La víctima, identificada como Édgar Antonio Alfonso Castelblanco, yacía tendida boca abajo a un costado de la vía, con evidentes signos de violencia. Según los informes preliminares, el hombre recibió por lo menos cuatro disparos.
La comunidad alertó inmediatamente a la Policía, la cual, arribó minutos más tarde al sitio y se encontró con la escena. Sin embargo, no fue sino hasta las 10:00 de la noche que, junto con la funeraria, se realizó el levantamiento del cuerpo para trasladarlo hasta Cúcuta.
Ayer, al cierre de esta edición, las autoridades desconocían los móviles del asesinato y están llevando a cabo investigaciones exhaustivas para dar con el paradero de los responsables.
«Estamos realizando labores de vecindario y ubicando testigos presenciales para esclarecer estos hechos. Invitamos a la comunidad a que nos brinde información que permita dar con la ubicación de los autores materiales e intelectuales», dijo el coronel Alex Venegas, subcomandante de la Policía de Norte de Santander.
Las autoridades han intensificado su presencia en el municipio y han establecido controles adicionales en las vías para prevenir nuevos hechos de violencia en esa zona del departamento.
Tibú ha sido un ícono de la violencia en Norte de Santander, donde confluyen diferentes grupos armados ilegales, tales como el Ejército de Liberación Nacional (Eln), la disidencia de las Farc y Los Pelusos.
Fue policía
Se pudo conocer que Édgar Alfonso era un patrullero retirado de la Policía, que ingresó a la institución en 2013 y pidió su retiro en noviembre de 2019.
Entre su trayectoria está su paso por la Policía Fiscal y Aduanera de Arauca, Cali y Cúcuta. La última unidad a la que estuvo adscrito fue la Dirección de Carabineros y Seguridad Rural.
Actualmente, la víctima estaría dedicada a ser prestamista, sin embargo, aún no se ha podido establecer contacto con algún familiar que permita esclarecer el por qué Alfonso Castelblanco estaría por ese municipio.
Lo único que las autoridades tienen claro es que en julio del año pasado, el hombre había denunciado amenazas en su contra que ponían en riesgo su integridad.
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