A Jaime de Jesús Carranza Riquett, de 73 años, lo asesinaron y quemaron su cuerpo en una destapada calle del sector Villa Hermosa del barrio Nelson Mandela, en Cartagena.
Ocurrió en la madrugada del pasado viernes 3 de mayo y, por más absurdo que parezca, los moradores de la zona afirmaron no haber escuchado ruidos extraños.
El macabro hallazgo
El cuerpo calcinado, en la mitad de una calle principal, lo halló un vecino que salió de su casa, a las 5:00 a.m., para su trabajo y se encontró de frente con esta espantosa escena. No lo podía creer, pero de inmediato llamó a las autoridades.
Se trataba de un hombre que vestía un jean oscuro, zapatos deportivos marca NewBalance y de color azul con café, además de un suéter que pudo ser de color blanco o beige. Pese a estar calcinado, se podía apreciar su color de piel trigueña, cabello negro y estatura mediana.
Las autoridades y medios de comunicación llegaron al sitio y realizaron sus respectivas labores, pero pasaron dos meses para poder identificarlo ya que no tenía documentación en aquel momento y había quedado irreconocible.
Su cadáver fue llevado a Medicina Legal en Zaragocilla, pero nadie se acercó a reclamarlo o preguntar por él. En Nelson Mandela aseguraron que no vivía allí, lo que dificultó su identificación.
Dos meses después
Los forenses tomaron muestras de sus tejidos y, por medio de pruebas técnicas y alfabéticas lograron dar con su nombre de pila, además, confirmaron que era oriundo del municipio El Piñón, en Magdalena. Las pruebas fueron realizadas en la ciudad de Barranquilla.
Semanas después de hallarlo muerto, este medio conoció que algunos detalles del caso. El primero es que, al parecer, la víctima habría sido llevada a la zona bajo engaños y allí la asesinaron a balazos para luego prenderle fuego.
También se dijo que era apodado como ‘el Borola’, pero eso nunca lo confirmó la Policía Metropolitana. Ahora, con la identidad establecida, se espera que aparezcan sus familiares y le den cristiana sepultura. El cuerpo permanece en Medicina Legal, ubicado en el barrio Zaragocilla de Cartagena.
Este medio conoció, de manera extraoficial, que lo ocurrido con Jaime sería una especie de mensaje para determinadas personas con el fin de generar miedo por motivos que aún se desconocen.
Los médicos forenses aseguraron que entregarán mayores detalles sobre la muerte de la víctima solamente a sus familiares, esto con el fin de cuidar los procesos investigativos y la intimidad de una familia que sufre una pérdida.
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