El jueves por la tarde, una serie de disparos generó pánico y desconcierto en los residentes del barrio Antonia Santos, en Cúcuta. Los vecinos, alarmados, presagiaron que algo grave había ocurrido.
Al salir, encontraron el cuerpo de un hombre joven en la calle 17 con avenida 47, asesinado a tiros en una callejuela. Pronto el rumor se extendió: “mataron a uno, mataron a uno”, repetían entre murmullos.
Así ocurrió el crimen
El hecho ocurrió a las 5:30 p.m. cuando Kalet García León, de 24 años, llegó en su motocicleta y se detuvo a un costado de la carretera. Sin quitarse el casco, se sentó en la acera, aparentemente esperando a alguien.
Momentos después, dos hombres en una motocicleta GN roja llegaron al lugar. Tras intercambiar algunas palabras con García, uno de ellos sacó un arma y disparó varias veces. Las detonaciones se escucharon en toda la zona, obligando a los presentes a refugiarse.
García León recibió cuatro tiros, dos en la cabeza y dos en el pecho, y su cuerpo cayó en el mismo lugar donde aguardaba a sus atacantes. Tras el ataque, los agresores huyeron hacia el barrio Los Olivos.
Cuando los vecinos confirmaron que García no tenía signos vitales, llamaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta, que pronto acordonó la zona. La Brigada Interinstitucional de Homicidios también llegó al lugar para realizar el levantamiento del cadáver y la inspección técnica. Durante esta inspección, las autoridades encontraron una cámara GoPro en el pecho de la víctima, un elemento que será clave en la investigación.
Aunque se desconoce por qué García llevaba la cámara, la comunidad señaló que la calle donde ocurrió el asesinato es frecuentada por personas que consumen estupefacientes. Además, algunos residentes indicaron que García estaría vinculado con el tráfico de drogas en la zona y conocido por maltratar a habitantes de la calle.
Posible ajuste de cuentas
Las primeras indagaciones sugieren que el asesinato podría ser un ajuste de cuentas, pero las autoridades continúan con la investigación para esclarecer el motivo.
En lo que va de la semana, varios episodios violentos han cobrado vidas en diferentes comunas de Cúcuta, donde opera la organización criminal «Familia P», cuyo miembros han sido atacados en repetidas ocasiones.
Los residentes piden mayor presencia policial en estos puntos críticos de la ciudad, donde la inseguridad y la “ley del silencio” se imponen. “Casi todos los días matan gente; ya no se puede estar tranquilo en la calle porque en cualquier momento ‘llueven balazos’. Las autoridades deberían estar más pendientes porque somos nosotros quienes sufrimos las consecuencias”, expresó un habitante del barrio.
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