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El alcalde de Bucaramanga Jaime Andrés Beltrán declaró día cívico luego del primer campeonato de los búcaros en FPC. Durante la final, fue uno de los protagonistas cogiendo pantalla en televisión ya que viajó hasta Bogotá y estuvo pendiente a la logística del equipo y la celebración de la ciudad.
Pero al caso de Bucaramanga es el menos fuerte, porque la relación entre política y fútbol va más allá de la pasión, los contratos y la imagen son la nueva cara de esta relación.
El fútbol como estrategia política
Ejemplo de esta estrategia política está en la relación entre el expresidente Álvaro Uribe Vélez y el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Más allá de su reconocido papel en el ámbito deportivo, Pérez es un destacado empresario con importantes intereses en Colombia, incluyendo contratos significativos en infraestructura y proyectos de energía.
Según un análisis reciente de Tercer Canal, las contrataciones realizadas por el Real Madrid bajo la gestión de Pérez no se limitan al talento futbolístico de los jugadores.
Ejemplos notables incluyen la llegada de James Rodríguez en 2014, cuya transferencia no solo se fundamentó en su habilidad en el campo, sino también en facilitar oportunidades empresariales en Colombia para Pérez.
Este enfoque estratégico se repitió con la contratación de Keylor Navas, vinculado posteriormente a contratos de infraestructura significativos, como el aeropuerto de San José en Costa Rica.
El fútbol colombiano no está exento de esta intrincada conexión.
En el caso del Junior de Barranquilla, los intereses empresariales, el poder político y el deporte convergen bajo la propiedad de la familia del alcalde Alejandro Char.
El fervor que despierta el Junior es tal que hay quienes sostienen que el éxito del equipo influye positivamente en las encuestas de popularidad del alcalde Alejandro Char.
No es casualidad que cada vez que el equipo Tiburón confirma una nueva contratación, coincida con la proximidad de las elecciones, o que sea el propio Alejandro Char quien anuncie la compra de jugadores.
Tampoco es el único ejemplo del matrimonio entre el poder político y el fútbol. Está también la actual relación entre el alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, el gobernador de Bolívar, Yamil Arana y el Real Cartagena.
Desde que ganaron las elecciones regionales en octubre de 2023, Dumek Turbay y Yamil Arana colaboran estrechamente para apoyar al Real Cartagena en su ascenso de la segunda a la primera división.
Los líderes de Cartagena y Bolívar han utilizado la contratación de Teófilo Gutiérrez, Christian Marrugo y Luis ‘el Chino’ Sandoval (ahora en Deportivo Independiente Medellín) como una plataforma para aumentar su popularidad.
Es importante mencionar que aún no se han revelado los detalles del respaldo financiero que Turbay y Arana están proporcionando al Real Cartagena, situación que ha suscitado inquietudes en ciertos sectores políticos.
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