Un intento de ataque contra Jorge Iván Duque Ríos, alias Mi Sangre y quien sería cabecilla de la banda delincuencial El Diamante, se salvó de morir. Esta persona se encuentra bajo custodio policial en el Hospital General de Medellín (HGM).
El último ataque contra Duque Ríos ocurrió cuando mujer, quien se hizo pasar por enfermera, intentó ingresar al cuarto donde se encontraba el líder criminal. Según versiones preliminares, la mujer habría intentado rematar al herido, pero la rápida intervención de los uniformados que vigilaban el lugar evitó que lograra su cometido.
Jorge Iván Duque Ríos, se encuentra recibiendo atención médica luego de haber sido baleado el pasado 2 de noviembre en el barrio Los Colores (comuna 11). Ese día se movilizaba a bordo de un Mazda 3 rojo y recibió siete impactos por la ventanilla, propinados por hombres en motocicleta que llevaban un uniforme de una empresa de servicios de internet y telecomunicaciones.
Sobre este nuevo ataque, en un principio, se especuló que podría estar dirigido a Johan David Duque Ríos, alias Duque o El Hijo, hermano de Mi Sangre y también señalado líder de El Diamante, organización vinculada a la Odín Robledo, que opera en el noroccidente de Medellín.
Ante los rumores de un posible atentado, la Policía reforzó la seguridad en el hospital y asignó un custodio a la habitación. Sin embargo, días después, una mujer llegó al centro asistencial presentándose como enfermera particular, supuestamente contratada por los familiares del herido para monitorear su estado de salud.
En el momento en que la mujer intentaba ingresar al cuarto, la compañera sentimental de Mi Sangre informó a los custodios que no habían solicitado dicho servicio, lo que despertó sospechas. De inmediato, los policías detuvieron a la mujer.
Las cámaras de seguridad revelaron que la sospechosa había ingresado al hospital por el área de urgencias, alegando una emergencia médica, y logró evadir los controles hasta llegar al noveno piso. Durante su captura, las autoridades encontraron en su poder varias cuchillas de bisturí y una agenda con los nombres de los hermanos Duque Ríos. No se hallaron sustancias ni jeringas que pudieran ser utilizadas para un ataque químico.
La mujer fue trasladada a la Sijín de la Policía Metropolitana, ubicada en el barrio Caribe, y posteriormente presentada ante un fiscal de la Unidad de Reacción Inmediata (URI). Sin embargo, el fiscal determinó que portar las cuchillas no constituía un delito y ordenó su liberación.
Las autoridades continúan investigando el caso para esclarecer quiénes habrían pagado por perpetrar este crimen a la mujer, quien debía culminar el trabajo y que violentó las medidas de vigilancia de este centro asistencial.
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