Flamengo remontó este sábado 2-1 al Criciúma en la Liga brasileña, con un gol de Pedro y otro de ‘Gabigol’ de penalti pitado después de que un jugador rival cortase el juego con un segundo balón que se encontraba dentro del área.
En una jugada absolutamente insólita, el volante Gustavo Barreto interceptó una clara incursión en el área de Everton ‘Cebolinha’ chutando un segundo balón que había entrado en el campo contra la pelota que tenía controlada el exjugador del Benfica.
El árbitro pitó automáticamente pena máxima y le mostró una tarjeta amarilla a Barreto, cuando el marcador estaba 1-1 y el cronómetro marcaba el minuto 85 en el estadio Mané Garrincha de Brasilia.
La decisión del colegiado Maguielson Lima Barbosa provocó la protesta airada de los jugadores del Criciúma y un amplio debate en la prensa deportiva y las redes sociales.
El árbitro impartió justicia con el manual en la mano, pues el reglamento dice que se debe pitar tiro libre directo cuando un jugador “lance un objeto en dirección a la pelota, contra un adversario o contra un miembro del equipo arbitral”.
Sin embargo, algunos comentaristas argumentan que el colegiado tendría que haber parado el partido al ver que una segunda pelota estaba afectando al correcto desarrollo del juego.
El VAR no intervino para revisar la jugada y Gabigol transformó el penalti que le dio los tres puntos al conjunto dirigido por el exseleccionador brasileño Tite.
Antes, Pedro, neutralizó el tanto inicial del zaguero Rodrigo minutos después de haber fallado otro penalti.
El partido supuso la vuelta al poderoso equipo carioca de los centrocampistas Nico de la Cruz y Giorgian de Arrascaeta, ausentes por haber disputado la Copa América de Estados Unidos con la selección de Uruguay.
Con los tres puntos conseguidos en esta 18ª jornada del Campeonato Brasileño, Flamengo se mantiene en la zona noble de la clasificación al ocupar provisionalmente la segunda posición, por detrás del Botafogo, que aún tiene pendiente jugar.
La entrada ¿Había visto algo así? Este es el insólito penal que pitaron en el fútbol brasileño se publicó primero en Q’hubo Bucaramanga.