Desde hace dos años, después de unas vacaciones familiares en los Estados Unidos, Nicolás Camargo Pardo, un joven de 19 años que residía en el barrio Nuevo Sotomayor de Bucaramanga, decidió radicarse en territorio norteamericano.
Según su mamá, Martha Pardo, una administradora de empresas, aprendió inglés en el bachillerato y durante el viaje tomó la decisión de cumplir el ‘sueño americano’.
“Desde pequeño le gustó el inglés. Un hermano de él también está en Estados Unidos y él quiso también quedarse para conseguir algún dinero y como canta y toca guitarra también quería explotar su talento. Nosotros nos devolvimos para Colombia y la visa que teníamos perdió vigencia”, contó Martha.
En la actualidad, Nicolás vivía y trabajaba como mesero en la ciudad de Lancaster, estado de Pensilvania.
El pasado jueves 8 de agosto mientras se movilizaba del trabajo a la casa fue embestido por un carro particular que era conducido por una ciudadana norteamericana.
Nicolás iba en una patineta eléctrica o scooter y, al parecer, la imprudencia habría sido de la conductora.
“La mujer iba a ingresar a una vivienda, no puso direccionales, dio un giro a la izquierda y arrolló a mi hijo. De ahí lo trasladaron en una ambulancia a un centro médico”, señaló la progenitora.
“Él se encuentra muy mal, no puede moverse, casi ni hablar. Le colocaron platinos en la columna. El hermano no ha podido quedarse con él. Trabaja en construcción y vive del diario. Nicolás tiene depresión y necesita nuestra compañía”, dijo la mamá.
Martha Pardo ha iniciado los trámites para que la Embajada de los Estados Unidos le otorgue una visa humanitaria y junto a su esposo, los dos acompañar a su hijo en el proceso de recuperación.
“No sabemos de su evolución, está allá con el seguro, pero sin un familiar que esté con él. Yo me quiero ir, pero necesito la visa. La embajada nos dio una cita para marzo del próximo año, pero es mucho tiempo. Por eso pido la colaboración de las autoridades de Santander, de Colombia y de Estados Unidos para que me apoyen en este proceso. Como madre me duele mucho lo que está pasando mi hijo”, clamó la mamá.
Nicolás se graduó como bachiller de la Nacional de Comercio y entre sus planes estaba volver al país en el mes de octubre ya que quería tener una carrera profesional y dejar el trabajo como mesero en suelo norteamericano.
Sus padres seguirán con el llamado en redes sociales y solicitando el apoyo de las autoridades departamentales y nacionales para obtener la visa humanitaria que les permita estar al lado de su hijo en el largo proceso de recuperación.
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