El alto nivel de contaminantes en la Ciudad de México (CDMX) ha provocado que se mantenga la fase 1 de contingencia ambiental por tercer día consecutivo y, con ello, la probabilidad de alcanzar la siguiente fase.
Y es que las concentraciones registradas a las 15:00 horas de este miércoles 15 de mayo, son de 178 ppb en la estación Tlalnepantla y 164 ppb en Atizapán, solo 22 y 36 puntos para la activación de la fase 2, que es de 200 puntos de ozono o más de 200 puntos de PM10 ó PM2.5.
Lo anterior de acuerdo con en el Programa para prevenir y responder a contingencias ambientales atmosféricas, en el que también se establece que de llegar a este nivel se suspenderán las actividades escolares, así como los eventos deportivos, culturales y espectáculos al aire libre de 13:00 a 19:00 horas.
Por lo que en caso de alcanzar dicha fase los eventos que podrían no realizarse son el Festival Tecate Emblema en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el 17 y 18 de mayo, y en el que se espera la participación de Christina Aguilera.
Además de la semifinal América – Chivas en el Estadio Azteca, el 16 de mayo, y Cruz Azul – Monterrey, en el Estadio Azul, el 19 de mayo.
Fue el lunes 13 de mayo cuando la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activó la fase 1 de contingencia ambiental por ozono, con la finalidad de disminuir la exposición de la población al aire contaminado y el riesgo de afectación a su salud. Desde entonces se ha mantenido, junto con sus restricciones.
¿Por qué no se recomienda realizar actividades al aire libre durante una contingencia ambiental?
Realizar actividades al aire libre durante una contingencia ambiental no es recomendable debido a los serios riesgos que la exposición a altos niveles de contaminantes atmosféricos puede tener sobre la salud humana.
Las contingencias ambientales se declaran cuando la concentración de contaminantes, tales como partículas PM10, PM2.5, ozono (O3), dióxido de nitrógeno (NO2) y monóxido de carbono (CO), supera niveles que son considerados seguros para la población.
Uno de los principales motivos para evitar actividades al aire libre en estos periodos es la afectación del aparato respiratorio. Los contaminantes como las partículas PM2.5 son lo suficientemente pequeñas para penetrar profundamente en los pulmones y, en algunos casos, entrar al torrente sanguíneo.
Esto puede provocar irritación de las vías respiratorias, exacerbación de enfermedades como el asma, la bronquitis y el enfisema, y contribuir al desarrollo de enfermedades respiratorias crónicas.
Las personas con enfermedades cardiovasculares también están en riesgo durante una contingencia ambiental. La respiración de aire contaminado puede incrementar la presión arterial y causar inflamación del tejido cardiovascular, lo que aumenta el riesgo de eventos graves como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
Los niños y las personas adultas mayores son poblaciones especialmente vulnerables. Los niños inhalan más aire por kilogramo de peso corporal que los adultos y sus sistemas respiratorios aún están en desarrollo, lo cual los hace más susceptibles a los daños provocados por la contaminación.
Los ancianos, por su parte, suelen tener sistemas inmunológicos y respiratorios más débiles, así como preexistencia de enfermedades crónicas que pueden ser agravadas por la exposición a contaminantes.
Otro problema significativo es la disminución de la capacidad física y el rendimiento en actividades al aire libre durante una contingencia ambiental. El esfuerzo físico aumenta la tasa de respiración, lo que incrementa la cantidad de contaminantes inhalados.
Esto no solo afecta la salud sino que también puede provocar síntomas inmediatos como fatiga extrema, dolores de cabeza y mareos, afectando el rendimiento y bienestar general.
La exposición a altos niveles de contaminantes atmosféricos presenta riesgos significativos que pueden tener consecuencias a corto y largo plazo.